Millonarios se quedó en octavos de Copa BetPlay por una cuestión divina

Millonarios perdió ante Bucaramanga la oportunidad de instalarse en los cuartos de final de la Copa BetPlay por su mala puntería en la definición por penaltis y por la buena actuación de Aldair Quintana, un hombre que se ha rotulado como un atajador de este tipo de cobros.

En medio de varias polémicas arbitrales por fallos en las decisiones arbitrales, o mejor, por la omisión de varias de ellas, el equipo azul de Bogotá se vio claramente afectado porque tres claras faltas no fueron sancionadas como penalti y las imágenes que circulan en televisión y en redes así lo confirman.

El equipo que dirige Alberto Gamero se encuentra en la quinta colocación de la Liga BetPlay y su clasificación a los cuadrangulares finales está cerca, pero tuvo que decir adiós de manera injusta en los octavos de final de la Copa Colombia, hoy conocida como Copa BetPlay.

Cuando se esperaba que el entrenador samario se quejara en rueda de prensa por los claros penaltis que el árbitro Norberto Ararat dejó de sancionar en perjuicio para su conjunto, Alberto Gamero tuvo una inesperada respuesta para explicar la derrota embajadora.

Gamero no culpó al juez central, tan poco a la cancha, o a la mala puntería de sus jugadores, porque para hacer honor a la verdad, no culpó a nadie, más bien, consideró que la caída ante el equipo leopardo de la capital santandereana fue un asunto celestial.

“Hubo dos tiempos. Uno más claro para ellos y otro mucho más claro para nosotros. Empatamos y pudimos aumentar el marcador. En el segundo tiempo tuvimos transiciones, elaboración y terminamos mejor. En la tanda de penaltis, Dios lo manda para ellos. Felicitaciones a Bucaramanga. Los muchachos compitieron como queríamos competir y no pudimos clasificar”, aseguró Alberto Gamero.

A pesar de la tristeza por la eliminación, Alberto Gamero mostró su satisfacción con el equipo embajador porque mostró buen fútbol y logró competir ante un buen equipo en un estadio lleno.