Colombia vive ambiente de fiesta en vísperas del partido con Uruguay

Un ambiente de fiesta y optimismo se respira hoy en Colombia un día antes del partido que la selección de fútbol disputará con Uruguay, juego para el que las autoridades han extremado las medidas de seguridad.

Aficionados colombianos animan a su equipo. Foto: EFE
Aficionados colombianos animan a su equipo. Foto: EFE

Un ambiente de fiesta y optimismo se respira hoy en Colombia un día antes del partido que la selección de fútbol disputará con Uruguay, juego para el que las autoridades han extremado las medidas de seguridad.


Por las calles la gente circula con camisetas amarillas y los vehículos con banderas de todos los tamaños a la espera del crucial partido de mañana en el legendario Estadio Maracaná de Río de Janeiro en el que la selección que dirige el argentino José Pékerman buscará su paso a cuartos, instancia nunca alcanzada en un Mundial.

La llegada de Colombia a Brasil como cabeza de serie del Grupo C, en el que terminó primero con nueve puntos gracias a los triunfos ante Grecia (3-0), Costa de Marfil (2-1) y Japón (4-1), ha hecho soñar a los colombianos, que creen firmemente que su equipo está para grandes cosas en el torneo.

En las calles, nadie duda de que el equipo colombiano vencerá mañana a Uruguay a pesar de que pronostican que será un partido difícil, y los más optimistas ya empiezan a hablar de la posibilidad de llegar a la final.

Es tal el entusiasmo que las autoridades se han anticipado a tomar medidas casi que de tiempos de guerra para mantener el orden en el país ante la posibilidad de que un triunfo del equipo desborde las pasiones y acabe en violencia.

Medidas como la ley seca que estará en vigor desde las seis de la mañana del sábado hasta la misma hora del domingo, restricciones al porte de armas con salvoconducto y a la circulación de automóviles y motocicletas, prohibición del uso de harina y espuma son algunas de las normas que han adoptado los alcaldes de Bogotá y otras capitales para evitar caos y violencia.

"Lo ideal es sacar el arco en cero, cero muertes en Bogotá por la celebración de la victoria de #COL ante #URU", publicó en su cuenta de Twitter la Alcaldía de la capital que en las celebraciones del partido con Grecia registró nueve muertes y numerosos heridos y riñas.

La administración bogotana declaró también "alerta verde para que la red de hospitales esté dispuesta a atender emergencias".

En algunos municipios se ha planteado incluso la posibilidad de declarar el toque de queda para menores de edad y en muchos que no han restringido la circulación de vehículos no se permitirá más de una persona en motocicletas.

"Cada mandatario local es autónomo en adoptar las medidas especiales que correspondan para garantizar la seguridad y convivencia ciudadana, como máxima autoridad de Policía dentro de su jurisdicción, y de acuerdo con las condiciones especiales de riesgo de cada municipio", manifestó el ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia, en una circular enviada hoy a los alcaldes.

Las medidas, en especial la restricción de circulación de vehículos y la ley seca, han causado polémica y disconformidad en algunos sectores que se consideran afectados por estas normas transitorias, especialmente los bares y restaurantes.

"Hay una afectación social inmensa en diferentes industrias: taxis, conductores elegidos, parqueaderos, meseros, empresas de logística, productores de hielo. Este no es un tema de bolsillo de los bares, es un tema de ciudad", manifestó el presidente de la Asociación de Bares de Bogotá (Asobares), Camilo Ospina, a Caracol Radio.

Ospina pidió a la ciudadanía que celebre en paz y sugirió a la Alcaldía que reconsidere la medida de la ley seca "porque la afectación mañana sábado es enorme", dijo.

Según Ospina hasta el momento las pérdidas del sector por la ley seca en los días de partidos de Colombia ascienden a 70.000 millones de pesos (unos 37 millones de dólares).

Dueños de bares y restaurantes reclaman porque invirtieron dinero en pantallas de televisión, bebidas y decoración de sus establecimientos para el Mundial, pero con las restricciones a la bebida y al uso de vehículos el público desapareció de sus locales. EFE