Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Los Hagi, un apellido acostumbrado a marcarle goles a la selección Colombia

Los Hagi, un apellido acostumbrado a marcarle goles a la selección Colombia. Gheorghe, el padre marcó en el mundial del 94, y Inais, el hijo, lo hizo en el 3 a 2 de Madrid en la noche del martes.

Gheorghe y Ianis Hagi, padre e hijo lograron marcarle en diferentes épocas a Colombia. Foto: Twitter @Pacheco-Sports / @fergisgamer
Gheorghe y Ianis Hagi, padre e hijo lograron marcarle en diferentes épocas a Colombia. Foto: Twitter @Pacheco-Sports / @fergisgamer

Los Hagi, un apellido acostumbrado a marcarle goles a la selección Colombia. Gheorghe, el padre marcó en el mundial del 94, y Inais, el hijo, lo hizo en el 3 a 2 de Madrid en la noche del martes.

Colombia y Rumania disputaron un partido aguardado con especial inquietud porque en dos enfrentamientos en la historia, los dos resultaron a favor de la selección europea, por eso la balanza se inclinó un poco más para Colombia con un apretado 3 a 2.

El marcador final del cotejo llevado a cao en Madrid, concretamente en el estadio del Atlético de Madrid, el Civitas Metropolitano, antes Wanda Metropolitano, no reflejó realmente el fútbol de ambas escuadras, pues la selección colombiana dominó la mayor parte del encuentro y el 3 a 0 hasta faltando 10 minutos para el pitazo final era la síntesis perfecta de la realidad.

Colombia venció a Rumania y se sacudió del dominio histórico, pero no se puede sacudir de un nombre, también histórico, porque si el apellido Hagi le había hecho daño en el pasado, en la noche del martes en Madrid, también.

Ianis Hagi, hijo del mítico Gheorghe Hagi, aquel 10 llamado “el Maradona de los Cárpatos” y que en el mundial de Estados Unidos 94 hizo lo que quiso con la defensa colombiana en el triunfo 3 a 1, al igual que su padre también sabe lo que anotarle un gol a Colombia.

Colombia no enfrió el partido

Cuando Colombia creía que el partido con Rumania estaba liquidado, no supo cómo ponerlo en la nevera y dejó que Rumania se acercara, pero no solo la descuidó, sino que se durmió, y en un error entre Jefferson Lerma del Crystal Palace y John Lucumí del Bologna italiano, le dejó la pelota servida al hijo del gran Gheorghe Hagi para poner el 3 a 1 transitorio.

Unos minutos más tarde y con Colombia confundida, o quizás fundida después del esfuerzo durante el juego, llegó el segundo gol rumano, selección a la que le faltó tiempo para empatar, pero por fortuna para Colombia el tiempo estaba cumplido, porque con el empuje que llevaba la selección rumana, posiblemente hubiese encajado el tercer tanto y el empate sabría más a derrota.

Curiosamente, el hijo de Hagi, Ianis, de 25 años y nacido en Turquía cuando su padre militaba en el Galatasaray, conocía al John Lucumí, porque fue compañero suyo en el Genk de Bélgica.