¡Es un mito! Los gatos no deberían tomar leche y estas son las razones

Respecto a la alimentación de los animales hay todo tipo de mitos y desinformación, por lo que siempre será importante consultar con los expertos antes de decidir suministrar cualquier comida o bebida a las mascotas; un ejemplo de ello es el mito que se creó desde hace algún tiempo sobre la relación de los gatos con la leche, creyendo que tiene increíbles beneficios y que es la forma en la que se debe hidratar a dichos felinos.

Sin embargo, con el paso del tiempo expertos han aclarado que esto no es cierto y que, contrario a lo que muchos piensan, puede ser inútil o incluso perjudicial si la beben después del periodo de lactancia materna; y es que, como sucede con cualquier mamífero, este líquido es necesario en los primeros meses de vida, pero los profesionales no lo recomiendan tras haber concluido esta etapa.

"Se ha vuelto costumbre, pero no es lo ideal”, comenta sobre este tema Catalina Yepes, veterinaria experta, en conversaciones con ‘El Tiempo’; de hecho, la profesional aclara que la lactancia de los gatos tiene una duración de 2 a 3 meses, y es solo durante este tiempo que deben beber leche, preferiblemente de forma directa de la madre.

No obstante, transcurrido este tiempo no es recomendable, pues los componentes de este líquido pueden llegar a generar preocupantes malestares o problemas en la salud de tu minino, como  irritación de las vías digestivas, inflamación, vómitos o diarreas”, tal como lo da a conocer Yepes. También hará que aumente de peso desproporcionadamente y que se puedan producir otros síntomas mucho más graves.

De hecho, aunque es un tema del que se ha venido hablando desde hace mucho tiempo, pues los veterinarios intentan acabar con todos aquellos mitos que pueden poner en riesgo la vida de los animales, son muchas las personas que aún se niegan a creer en ello y en acatar las recomendaciones, pues no han visto ninguna afectación en sus mascotas, aun habiéndole dado leche por largos periodos de tiempo.

Al respecto, la experta asegura que una vez se ha creado una costumbre por parte del gato a ingerir leche, puede ser complicado eliminarla, por lo que en estos casos lo ideal sería intentar que no fuera tan frecuente su consumo y que sea deslactosada; “Recomiendo mezclar con agua, pero que igual siempre se verifique que no se generen afectaciones como vómitos, inflamaciones o diarreas”, agrega para el mismo medio.

Y es que, según explica la veterinaria Laia Custodi para el portal ‘Aristopet’, además de su elevado nivel de grasa y bajas proteínas, lo más perjudicial es, precisamente, la lactosa, pues muchos felinos pueden ser intolerantes a ella, tal como sucede con los seres humanos.