Mujer asfixió a su perrita para complacer a su nueva pareja

Son muchos los casos de abandono de mascotas que a diario se conocen en diferentes lugares del mundo; y es que, si bien es cierto que en algunas ocasiones se debe a que los dueños ya no tienen cómo hacerse cargo de las mascotas por sus bajas posibilidades económicas, en otros momentos se debe a que se den cuenta que no pueden con esa responsabilidad o simplemente se aburren y no crean ningún vínculo afectuoso.

Al respecto, recientemente se conoció el caso de una mujer que decidió deshacerse de su perrita, un ejemplar de perro de agua, porque a su nuevo novio no le agradaba; no obstante, lo que lo convirtió en un caso aún más indignante fue que no optó por abandonarla, prefirió acabar con su vida para que ya no fuera “un problema” en su relación.

Los hechos se dieron en Sevilla, España, en el año 2015, pero no fue sino hasta ahorita que se tuvo conocimiento sobre lo sucedido pues hasta hace poco se dio el veredicto en un tribunal, donde fue condenada a nueve meses de cárcel por haber asesinado a su mascota y se ordenó que no podrá tener animales de compañía dentro de los próximos cuatro años, tal como lo revela el diario 'La Vanguardia'.

De hecho, según información compartida por el mismo medio, días antes de cometer el crimen la mujer ya había dejado en la calle a la perrita, pues se convirtió en una “incómoda presencia”, no obstante, la sensación de culpa hizo que la rescatara nuevamente y decidiera dejarla en casa. Para desgracia del animal, su dueña tuvo una nueva pelea con su pareja y esta vez su decisión fue cortar el problema de raíz.

La mujer ató una gasa alrededor del cuello de Coco, nombre al cual respondía la perrita, e hizo presión hasta que terminó asfixiándola. Posteriormente, metió su cuerpo en una bolsa de basura, la cual arrojó en el contenedor más cercano; por fortuna, dos amigas de esta chica decidieron seguirla pues ya le habían recriminado el haber abandonado a su mascota y temían que algo como esto pudiera pasar.

Cuando vieron lo que su amiga arrojó al contenedor, decidieron acercarse para descubrir qué contenía dicha bolsa, y se llevaron una gran sorpresa al comprobar que se trataba de Coco. Finalmente, fueron ellas quienes realizaron la denuncia.

A pesar de todas las pruebas y los testigos que la incriminaban, la mujer negó siempre durante su juicio haber matado a su mascota, afirmando que la había regalado a un vecino porque padecía un virus canino; sin embargo, al no haber constancia de ello, recibió su merecida condena, en la que se hace especial énfasis en la crueldad por el abandono y en la “muerte innecesariamente lenta” que le produjo con la asfixia.