Madonna conmemora 35 Años de 'Like a Prayer', la canción icono prohibida

Hace más de dos décadas, específicamente en marzo de 1989, Madonna dejó al mundo sin aliento con el lanzamiento de "Like a Prayer". Tanto la letra de la canción como su video musical desafiaron los límites establecidos, generando controversia y asombro en igual medida.

Según recopilan medios como El Tiempo, de donde se tomó esta información, 
En la letra de "Like a Prayer", Madonna jugaba con expresiones religiosas, dándoles un doble sentido que podía interpretarse como insinuaciones sexual*s. El video musical llevaba la provocación un paso más allá y mostraba a la cantante presenciando un crimen en una calle, donde un hombre afroamericano inocente era injustamente acusado.

En un giro surrealista, Madonna soñaba con estar en una iglesia, donde su devoción por Dios se transformaba en una experiencia mística cuando un santo afroamericano descendía de los altares para recibir su beso. En ese momento según el medio mencionado la reacción del Vaticano fue inmediata y las familias conservadoras también expresaron su indignación.

Incluso la marca de gaseosa Pepsi, que había desembolsado 5 millones de dólares por un video promocional previo al lanzamiento oficial, se vio presionada por los críticos y retiró el video, terminando abruptamente su contrato con la cantante. Recientemente, la empresa emitió disculpas y volvió a publicar el video como un gesto de reconocimiento histórico.

El revuelo causado por estos acontecimientos fue el punto de partida para "Like a Prayer", una canción que se convirtió en el eje central del álbum del mismo nombre. En ese momento, Madonna, con apenas 30 años, sentía la necesidad de consolidar su carrera, y esta controvertida canción le brindó la oportunidad perfecta para hacerlo.

La documentación detrás de "Like a Prayer" ofrece una visión del contexto en el que Madonna se encontraba en ese momento. Su matrimonio con el actor Sean Penn había terminado (pidieron el divorcio en enero de 1989), y durante el año anterior, había incursionado en el cine y el teatro sin lograr mucho éxito.

Además, al cumplir 30 años, Madonna sentía la necesidad de dejar de ser percibida como una artista exclusivamente para adolescentes y afirmar su identidad como una mujer adulta en la industria.