Así se lanzó un huevo desde el espacio hacia la Tierra sin que se rompiera

Mark Robber ha querido desafiar todas las leyes de la ciencia, su propósito estuvo encamino en buscar un objeto protector del huevo, ara que cuando cayera desde el espacio hacia la tierra estuviese intacto. Todo esto, lo comentó a través de su canal de YouTube. Lo que planeó primero fue lanzarlo desde el Burj Khalifa de Dubai, el edificio más alto del mundo, cuya altura es de 828 metros, pero este reto no llenaba sus expectativas, así que tomó la decisión de hacerlo desde una altura más prolongada.

Para desarrollar tal idea, debía colocar un huevo en un cohete y volarlo al espacio en un globo, para después enviar el cohete de vuelta a la Tierra y haciendo aterrizar el huevo en una plataforma muy suave para evitar su rotura. 

De acuerdo al diario La Vaguardia los retos a los que se enfrentó Mark, fueron varios, entre ellos la necesidad de diseñar un protector para que viajase al espacio y evitara que el huevo se congelara y rompiese en el camino. Un motivo por el que el experimento estuvo a punto de fallar, aunque finalmente logró solventarlo con éxito.

En su documental, demostró que el huevo cayó a la Tierra a alrededor de 240 kilómetros por hora y lo hizo en perfectas condiciones. Prueba de ello, fue que, al meter la mano en busca del producto, este salió intacto. Al diario ‘Mint’, Rober comentó que este experimento había comenzado hacía tres años y fue uno de los más agotadores física, financiera y mentalmente que jamás hubiera intentado.

El video fue publicado el pasado 25 de noviembre en su cuenta en español, sumando más de 21 millones de reproducciones y entre los comentarios de los cibernautas se destacan: “Algo sobre ver al equipo tan feliz por el resultado final me hizo llorar. ¡Puedo decir que estoy muy orgulloso de todos ustedes por lograr un proyecto genial!”, “Imagina estar sentado en un avión y de repente un huevo se rompe en tu ventana…”, “Literalmente me quedé sin aliento cuando vi que el globo de presión cero se reventó prematuramente. Ver la ingeniería fallar y tener éxito simultáneamente es refrescante. Trabajo duro para enseñarles a mis hijos que fracasar no es el objetivo, pero no está mal. Solo parte del proceso”.