Casos paranormales: El caso del fantasma de Enfield, el caso paranormal más conocido del Reino Unido
Más de 30 testigos presenciales tuvo el caso del fantasma de Enfield.
Más de 30 testigos presenciales tuvo el caso del fantasma de Enfield.
Todo comenzó en 1.977, en la casa de Peggy Hodgson y sus hijas, que quedaba en la 284 Green Street, Enfield. Allí ocurrió lo más tenebroso que jamás se halla documentado, en un caso paranormal del Reino Unido.
Según reseñan los medios internacionales, todo el caso fue mediático. La noche del 31 de agosto, del referido año, Peggy entró en la pieza de sus hijos y vio como un mueble de la habitación, se movía, solo.
"Simplemente no podía creerlo; de hecho, lo empujé dos veces, y una tercera vez no pude moverlo", declaró la mujer, aterrada, quien pidió ayuda de su vecino.
Era Vic Nottingham, el hombre llegó corriendo y empezó a revisar toda la casa, pero estaba tan aterrado que no encontró el origen de los golpes en las paredes y los ruidos.
Horas después del incidente, llegó la policía y uno de los agentes declaró haber visto una silla "elevarse del piso" y deslizarse de un punto a otro, sin que nadie lo tocara.
Nadie tenía una explicación lógica a lo que ocurría en esa casa, pero lo más terrorífico fue cuando la pequeña hija de Peggy, Janet de 11 años, comenzó a hablar con un tono de voz tan masculina, que era imposible que proviniese de una niña.
La madre de las niñas, logró contactar a Maurice Grosse, de la Sociedad para la Investigación Psíquica y el hombre lo confirmó, se trataba de un poltergeist que tomaba potencia a través de las pequeñas.
En la investigación, hicieron contacto con un supuesto ente que se identificó como Bill Wilkins, que decía ser el dueño de la casa, también contó cómo había muerto.
"Tuve una hemorragia y me quedé dormido. Creo que quedé en una silla de la esquina. Solo ellas pueden verme", dijo fantasma, en una grabación casi audible.
Grosse logró constatar la versión que dio el mismo "espectro", hizo contacto con el hijo del anterior dueño de la casa, Terry Wilkins, y sí, su padre había dejado de respirar en una silla de la sala de estar.
A pesar de todo esto, la familia permaneció en la casa. No tenían cómo comprar otra vivienda, poco tiempo después, cuando Janet creció, la actividad paranormal cesó.
Este ha sido uno de los casos mejor documentados de la época, tuvo toda la atención de todas las ciencias y se corroboró "que fue real".