Por: Redacción Tecnología • Colombia.com

Historias paranormales: Los 'fantasmas' que azotan un Edificio de Madrid y se escuchan 'lamentos'

'El Grito del Obispo' asi reconocen a un Edificio de Madrid, España, donde abundan los fantasmas, lamentos y espantos. 

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Los vecinos fueron los primeros que escucharon los golpes de la presencia. Foto: Pixabay
Los vecinos fueron los primeros que escucharon los golpes de la presencia. Foto: Pixabay

'El Grito del Obispo' asi reconocen a un Edificio de Madrid, España, donde abundan los fantasmas, lamentos y espantos. 

En uno de los mejores de barrios de Madrid, está el 'Grito del Obispo', uno de los edificios que están azotados por fantasmas, espantos y lamentos. 

Según cuentan, la casa funcionaba como una 'casa de citas' de alta sociedad, donde empresarios, cantantes y personalidades poco comunes, como la de un Obispo llegaron a disfrutar de "noches cálidas" en compañía de mujeres hermosas. 

Lo extraño de la historia, es que al parecer, el Obispo dejó de respirar en aquel peculiar lugar y todo el 'morbo' que generó la situación hizo que la Iglesia se opusiera al funcionamiento del lugar, hasta el punto de que fue clausurado. 

Poco tiempo después de que el lugar fue abandonado, los vecinos del barrio, comenzaron a llamar a la Guardia Civil por que escuchaban gritos y alaridos, fuertes golpes contra las paredes y cuando llegaban a verificar, no había nadie en el lugar. 

De allí, la leyenda urbana comenzó a tomar relevancia entre los vecinos y aún el edificio se reconoce por "Los Gritos del Obispo". Los propietarios del lugar, han intentado venderlo en muchas oportunidades, pero al conocer de los extraños fenómenos, desisten de la compra. 

Después de mucho tiempo, una empresa multinacional compró el lugar y los transformó en oficinas. Que hasta la actualidad, han asegurado que cuando se quedan trabajando hasta tarde, "sienten que no están solos". 

Muchos de los vecinos aseguran que los golpes y gritos del Obispo, que pereció en una noche loca y que aún no encuentra la luz. Por lo que sigue 'vagando' en el lugar, haciéndose presente.