Por: Redacción Tecnología • Colombia.com

Demonios: Monjas de Loudun, el caso de las religiosas poseídas "por amores prohibidos"

Las 'endemoniadas' monjas de Loudun, involucra "amores prohíbidos", posesiones y los primeros exorcismos de la historia. 

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Los nombres de los demonios "aún se consideran como uno de los más peligrosos del Infierno". Foto: Pixabay
Los nombres de los demonios "aún se consideran como uno de los más peligrosos del Infierno". Foto: Pixabay

Las 'endemoniadas' monjas de Loudun, involucra "amores prohíbidos", posesiones y los primeros exorcismos de la historia. 

En el siglo XVI se dieron los primeros registros de casos de posesión demoníaca, lo extraño de la historia, es que las 'endemoniadas' de Loudun, eran religiosas de un convento en París, Francia. La historia saltó a la literatura y al cine. 

Urbain Grandier era el sacerdote párraco de St-Pierre Du Marche, en Loudun, Francia, era un hombre apuesto, galante y muy refinado, extrañas cualidades para un hombre religioso, pero sin importar su condición, Grandier era 'enamoradizo'. 

Su moral eclesiástica era dudosa y eso fue lo que desencadenó una historia de "posesiones demoníacas y amores prohibidos entre monjas y sacerdotes". 

El convento de las monjas ursulinas de Loudun, vivían 17 monjas, más la madre superiora quien añoraba que Grandier fuese el confesor de la abadía y aunque esto fue negado, la abadesa se obsesionó con que Grandier llegase hasta ellas.  

Pero las monjas comenzaron a tener experiencias sobrenaturales, visualizaciones, hasta que por primera vez en Francia se habló de "posesión demoníaca". 

Las primeras sesiones de un exorcismo arrojaron los nombres demoníacos de Asmodeo, Zabulón, Gresil, Astaroth, Behemot, Celso, Acaos, entre otros, que hasta ahora prevalecen como "cortes demoníacas del Infierno". 

Pero las monjas comenzaron a expresar que los "demonios habían llegado cuando el párroco Grandier, les arrojaba rosas por los balcones del convento" y esto generó una acusación de brujería contra el galante padre, que ya había logrado enamorar a varias de las monjas. 

Es por esto, que un cardenal acusó a Grandier de "que había embrujado y endemoniado a las monjas del convento" y por esto fue condenado a perecer en la hoguera, el castigo de los 'herejes'. 

Sin embargo, la crisis de "posesiones demoníacas se prologaron hasta 5 años después del deceso de Grandier", otros padres tuvieron que seguir practicando exorcismos, de estos eventos, se escribieron varios libros y hasta películas. 

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