La Pascualita: el terrorífico maniquí que "toma vida" en una vitrina de México

Mirando hacia una ventana, con una mirada de "añoranza" así podrás visualizar a este maníqui, que muchos "tildan de ser un cadáver muy bien, embalsamado, para tener estas expresiones tan humanas". 

¿Pero de dónde sale esta leyenda? Pascualita Esparza Perales, era la dueña de la tienda de novias La Popular en Chihuahua, México y adquirió el maniquí en París, Francia e inmeditamente que la puso en la vitrina captó la atención de todos quienes pasaban por allí. 

Su belleza, porte y elegancia eran aterradores, algunos piensan que se trata de la hija de Pascualita Esparza, quién pereció el mismo día de su boda, tras ser picada por un alacrán que se había quedado en su tiara de "novia", eso fue en 1930. 

Doña Pascualita hizo que embalsamaran la "belleza" de su hija, y que nunca dejara de acompañarla en su tienda de novias, sin embargo, todos son "suposiciones" de los curiosos que llegan a la tienda de novias. 

El maniquí ya tiene más de 90 años y aún así se mantiene "inmaculado" como cuando llegó a esa tienda, y aunque doña Pascualita dejó este mundo, los nuevos dueños mantienen a 'La Pascualita' "porque es un ícono de la tienda". 

Muchos aseguran que 'Pascualita' se "mueve", la han visto llorar, y seguir con la mirada a algunos clientes, que la ven con cierto temor ó incertidumbre ante su realismo. 

“Algunos han visto en sus ojos pequeñas venas rojas, varias empleadas renunciaron porque la vieron llorar y moverse, se negaban a vestirla con la última colección porque le aparecían venas verdosas en las piernas que luego desaparecían”, dijo una ex trabajadora de la tienda, que no quiso identificarse. 

Lo más irrisorio, es que a pesar del temor que le tienen, los clientes de la tienda de novias siempre solicitan el vestido que ella modela, y es que aseguran que quien se casa con él, "tiene asegurado un porvenir feliz en su matrimonio". 

Otros más "creyentes", le dejan flores afuera de su vitrina, le encienden veladoras en "gratitud" por los favores concedidos, aseguran que el maniquí si concede "milagros" a quienes le piden con fe.