Taganga, la más famosa playa de pescadores de la hermosa ciudad de Santa Marta

La bahía de Taganga no parece ser de este mundo, sino que parece extractado de un cuento de maravillas naturales, y quienes han tenido la bendición de visitarla saben que allí el cielo se encuentra más cercano.

Taganga es un poblado perteneciente a Santa Marta, capital del departamento de Magdalena, de aproximadamente 3.000 habitantes, la mayoría de ellos pescadores, que han encontrado en las aguas de la bahía la mejor fuente de la vida, pues allí transcurre gran parte de su existencia y además obtienen su sustento.

Taganga se ha convertido en un lugar de especial interés turístico, allí los pescadores construyen con inigualable destreza sus canoas, así como usan la atarraya, la herramienta que les permite dar bocado a su gente y que los convierte en expertos del mar, simulando a sus antepasados Tayronas, la tribu que aprendió a hacerse amiga del mar, porque esta jamás se doma.

Taganga está ubicada a 15 minutos de la playa de El Rodadero, y se consolida como un centro del descanso y la contemplación, pero muchos prefieren disfrutan de su mar para practicar el buceo y diferentes disciplinas acuáticas.

Llegar a Taganga es un viaje que hace entender por qué los antepasados llamaban a esta tierra la “tierra de las serpientes”, pues el viaje sinuoso hace culebrear el vehículo aumentando la emoción de llegar a uno de los lugares considerados emblemáticos del turismo en la hermosa Santa Marta.

Divisar el panorama de la bahía desde Taganga es un placer para los sentidos y regocijo para el espíritu, un espectáculo natural que termina con la visita a Playa Grande, una razón por la que se comprende que esta tierra es mágica y absolutamente encantadora.

Los amantes del camping tienen la magnífica oportunidad de disfrutar de la naturaleza del departamento de Magdalena en las ensenadas de Concha y Cañaveral, allí los ecohabs armonizan la estadía con el ambiente fomentando su preservación.

Llegar a Taganga es un viaje que se puede hacer desde Santa Marta, la capital del Magdalena, allí se pueden abordar buses que viajan directamente hasta uno de los lugares más exóticos y hermosos que se puedan conocer, no solo en esta parte del mundo, sino en todo el globo terráqueo.

Visitar Taganga es un regalo para los sentidos, pero también un estímulo para la mente y el cuerpo, que, aunque cansado, jamás se negará al disfrute de una tierra llena de gente amable y orgullosa de mostrar al mundo el regalo que Dios le concedió.