AMAZONAS

Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Puerto Nariño

Arribar a la bella población de Puerto Nariño en el departamento de Amazonas es confirmar que se puede convivir con la naturaleza en plena paz y es este municipio el segundo más importante después de la capital, Leticia, es un orgulloso y maravilloso ejemplo para el país y para el mundo en cuidado sostenible del medio ambiente.

Actualización
Puerto Nariño el Pesebre del Amazonas. Foto: Shutterstock
Puerto Nariño el Pesebre del Amazonas. Foto: Shutterstock

Arribar a la bella población de Puerto Nariño en el departamento de Amazonas es confirmar que se puede convivir con la naturaleza en plena paz y es este municipio el segundo más importante después de la capital, Leticia, es un orgulloso y maravilloso ejemplo para el país y para el mundo en cuidado sostenible del medio ambiente.

UNA RAZÓN PARA CREER EN EL TURISMO SOSTENIBLE

La Amazonía es magia pura pero se necesita mucho esfuerzo para evitar que el maltrato del hombre continúe acabando con el pulmón del mundo, se ha hablado mucho, se ha prometido más y lamentablemente gran parte de esas iniciativas se han quedado en inútiles palabras.

Puerto Nariño prefirió no prestar atención a tan buenas intenciones y ponerse a trabajar, fue con verdadera convicción y amor por la madre tierra que decidieron convertir a su municipio en un hermoso y pacífico lugar que recibe visitantes de todo el mundo sin atentar contra la naturaleza y hacer de esta actividad su principal fuente de ingresos.

El ecoturismo tiene su meca en Puerto Nariño, la convivencia sin contaminar es una religión que se practica cada segundo y cuando el visitante la conoce, inmediatamente comienza a sentir fe en ella y se convierte en un discípulo devoto. Puerto Nariño tiene un alma ecológica pura por sus calles no rueda un solo carro, sus verdaderas vías y autopistas son las aguas del río Loretoyaco que con sus embarcaciones rápidas y también lentas hacen de la vida diaria una rutina diferente, muy distinta a esa de las grandes metrópolis que asfixian porque aquí se respira esperanza y vida, pura vida.

Puerto Nariño tiene esencia del Amazonas y sus símbolos lo comprueban, su bandera tiene el verde de la selva y en su escudo posa un delfín rosado que se eleva en el aire queriendo sumergirse en el gran río. Sus habitantes son la muestra máxima de la calidez amazónica, son orgullosos exponentes de su raza, profesan un gran amor por su municipio y siempre están dispuestos a contarle al turista el verdadero sentir de la selva, su calor humano hace que siempre se quiera volver a este oasis de belleza natural.

A este exótico lugar se le ha denominado como el pesebre de Colombia debido a que el trazado de sus calles es muy angosto y esa cercanía ha unido más el honor amazónico manteniendo la paz en una comunidad que no sabe practicar la violencia, solo profesan amor y respeto por la vida en todas sus manifestaciones.

Puerto Nariño denominado como el pesebre de Colombia. Foto: Shutterstock
Puerto Nariño denominado como el pesebre de Colombia. Foto: Shutterstock

Llegar a Puerto Nariño es experimentar paz y los sobresaltos solo se producen por la lógica emoción de la aventura amazónica porque proteger la naturaleza no es un asunto aburrido, la dinámica del ecoturismo es agitada y las actividades que se pueden disfrutar en este municipio son bastantes y muy variadas.

Dele un vistazo a todo el panorama desde el mirador, difícilmente encontrará una mejor óptica, visite su muelle y contágiese de la esencia del río, disfrute de la belleza de las famosas artesanías en palo sangre que son una compra obligada que mostrará con mucho agrado a sus conocidos, será la prueba que confirme que usted sí estuvo en el Amazonas y trajo lo mejor de él.

No deje de degustar su gastronomía, se hace agua la boca con los pescados de río más grandes y carnosos que pueda ver en su vida. Contagiarnos del Amazonas es lo mejor que nos puede pasar, es una aventura que recorre las venas y late en el corazón. Visite Puerto Nariño y sea testigo de que Colombia tiene allí una de sus mejores joyas.