Cartagena

Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Monumento a los Zapatos Viejos, esas cosas que se quieren con el alma

¿Existe un amor más particular que el que se tiene por los zapatos viejos?

Actualización
El monumento a los Zapatos Viejos se encuentra detrás del Castillo San Felipe. Foto: Vanessa Reyes - flickr
El monumento a los Zapatos Viejos se encuentra detrás del Castillo San Felipe. Foto: Vanessa Reyes - flickr

¿Existe un amor más particular que el que se tiene por los zapatos viejos?

Se pueden adquirir zapatos nuevos pero ese calzado que nos ha acompañado por años no se puede olvidar porque no son un simple objeto, son parte importante de nuestra vida, son compañeros que nos han acompañado en diversas aventuras y tienen un lugar único en nuestros corazones.

Existen monumentos a próceres, santos y diversos personajes pero un monumento a los zapatos viejos no es algo muy común para los oídos y ojos de cualquiera, pero en Cartagena sí existe uno. En Cartagena de Indias el monumento a los zapatos viejos es uno de los emblemas de la ciudad, es una escultura que tiene vida propia porque refleja el amor que se tiene por la misma, por ese origen humilde pero orgulloso y que representa un completo sentido de pertenencia.

El Poeta Luis Carlos López apodado el tuerto en su poema “A mi ciudad nativa” menciona a los zapatos viejos como un símbolo de amor por la ciudad amurallada y el escultor Héctor “Tito” Lombana convirtió ese amor en un monumento que los cartageneros sienten como totalmente suyo y que resulta pintoresco y curioso para los turistas que corren emocionados a tomar una fotografía para perpetuar un momento realmente hermoso en una ciudad que es sinónimo de la belleza.

El monumento a los zapatos viejos se encuentra ubicado detrás del Castillo de San Felipe y gracias a dicha posición es visitado por muchos turistas que reconocen en su figura un aspecto absolutamente encantador y aquí presentamos el poema del Tuerto López que inspiró la obra:

A mi ciudad nativa

Noble rincón de los abuelos: nada

Como evocar, cruzando callejuelas,

Los tiempos de la cruz y la espada, 

Del ahumado candil y las pajuelas.

Pues ya pasó, ciudad amurallada, 

Tu edad de folletín… las carabelas

Se fueron para siempre de tu rada…

¡Ya no viene el aceite en botijuelas!

Fuiste heroica en los tiempos coloniales, 

Cuando tus hijos, águilas caudales, 

No eran una caterva de vencejos.

Más hoy, plena de rancio desaliño,

Bien puedes inspirar ese cariño

Que uno le tiene a esos zapatos viejos.

Cartagena de Indias es una ciudad que invita al turismo y a la diversión pero también es un plácido lugar en el que la poesía tiene cabida porque su ambiente es no solo evocador sino inspirador y el monumento a los zapatos viejos es muestra de ello, de la sensibilidad de sus poetas que presos de la magia caribe se entregaron en alma y cuerpo a escribir con el espíritu heredado de los antiguos indígenas que poblaron la ciudad y las zonas aledañas de lo que hoy es el departamento de Bolívar.

El Monumento a los zapatos viejos tiene un encanto sin igual que junto a muchos de los atractivos cartageneros componen un viaje que no tiene comparación, es una visita que puede resultar como la mejor experiencia turística aunque muchos que llegan a la heroica más que por su belleza, se van a sus lugares de origen con una gran impresión de la calidez de su gente que gracias al calor del sol caribe jamás tienen enfriado su corazón.