Por: Juliana Palomino • Colombia.com

Algunas personas entran a nuestra vida solo para enseñarnos a no ser como ellas

Si te hacen daño, deja el rencor de lado y abre tus sentidos para poder comprender no el “por qué”, si no, el “para qué”.

Actualización
A quien se nos cruce, hay que enseñarle lo que es amar. Foto: Shutterstock
A quien se nos cruce, hay que enseñarle lo que es amar. Foto: Shutterstock

Si te hacen daño, deja el rencor de lado y abre tus sentidos para poder comprender no el “por qué”, si no, el “para qué”.

¿Ha entrado alguien a tu vida por quien guardabas la esperanza de que todo sería diferente y te defraudo?, ¿cuando culminas una relación te culpas?, ¿te preguntas por qué te sucedió eso a ti? ¡No te sientas extraño/a! Es normal que después de un mal momento, este tipo de preguntas lleguen a nuestra cabeza.

Si has escuchado que el amor de tu vida llega después del peor error de tu vida, debes tener algo en cuenta: Esto sucede, solo cuando has aprendido las lecciones que la vida te ha puesto en el camino, de lo contrario, siempre te vas a tropezar con el mismo tipo de personas. Todo depende de ti.

¡Deja de preocuparte! Entre más tengas temor a sentir decepción, más pronto pasará, por eso es necesario que personas que “hacen daño” pasen por nuestra vida, porque es la única forma de descubrirnos como seres humanos y entender qué nos daña y qué nos hace bien. Después de tener eso claro, ¿no creer que puedes controlar hasta qué punto dejas que te hieran?

Después del desamor

La gracia después de pasar por esa famosa ‘tusa’ no es volvernos peores o igual de ‘lacra’ a quien tuvimos a nuestro lado o con aquellos que no funcionó, si no, por el contrario, comprender que si las cosas no pasaron a otras instancias, era porque no nos convenía, ni nos iba a hacer realmente felices y que, gracias a ello, merecemos (por nosotros mismos) ser mejores personas. ¡Automáticamente alejamos el karma!

¡La clave está en aprender! Aprende a no ser igual a quien te ilusionó y se fue; a quien te dijo que todo sería diferente y te rompió en mil pedazos; a quien te prometió un futuro lleno de amor, pero no supo construir un presente tomando tu mano. Aprende que ese es el tipo de persona que, ni por error, debes ser.

No todas las personas son iguales

Aunque siempre llega un momento en que todo se pone oscuro y a nuestra mente llegan los famosos pensamientos de que "todo mundo es igual", existe alguien, al otro lado (después de la tusa), guardando la esperanza de que va a encontrar a ese otro ser, que, al igual que él o ella aún guarda la fé en las personas y en el amor fiel, firme, comprometido, honesto, transparente y duradero. ¿No es más fácil creer que alguien, al igual que tú, mantiene intacta la esperanza de encontrar ‘su media naranja'?

Cuando las nubes se comiencen a alejar y veas todo con mayor claridad, te darás cuentas que esas personas que te hicieron sufrir, solo pasaron por tu vida para darte unas cuantas lecciones: No ser como ellas; no jugar con los sentimientos de los demás; no prometer, si no se va a cumplir; no hablar de amor, cuando no se siente; no pensar en futuro, cuando no se ha construido un presente.

Aprende a agradecer por esas personas que pasaron por tu vida, porque por sus errores y por los tuyos, hoy eres, hoy sientes, hoy vives diferente y amas realmente. Hoy eres mejor.