Por: Karen Benavides • Colombia.com

Alegría y felicidad: Una diferencia indispensable para el bienestar

Pueden parecer lo mismo, pero son dos términos diferentes.

¿Felicidad o alegría?. Foto: Shutterstock
¿Felicidad o alegría?. Foto: Shutterstock

Pueden parecer lo mismo, pero son dos términos diferentes.

Todos en algún momento hemos intentado conseguir la clave del bienestar, frente a lo cual siempre surge la misma palabra: felicidad. No obstante, dicha idea nos ha cegado de otra que también debería ser igual de importante, como la es la alegría.

Puede parecer extraño, pues a simple vista parecen dos palabras completamente iguales, pero tienen una diferencia indispensable que no debes dejar pasar desapercibida.

La felicidad

La forma más fácil de expresar este sentimiento es poniendo de ejemplo una situación en la cual tuviste que atravesar por un desafortunado hecho que hizo que tu estado de ánimo cayera por completo, ya sea por una mala noticia o una pelea. Esto solo deja en entrevisto un sentimiento de tristeza momentánea.

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No obstante, te consideras una persona feliz pues sabes que todo en tu vida va bien, que estás conforme con lo que has conseguido, te gusta lo que te rodea y sabes que cuentas con buenas personas. Esto puede llegar a demostrar una sensación de bienestar gracias a dicha felicidad, a pesar de sentir tristeza por un rato.

La alegría

Ahora bien, si la felicidad era entendida como un sentimiento general, esto mismo no sucede con la alegría, pues es definida únicamente como una emoción espontánea y, por supuesto, temporal. 

Esto solo quiere decir que la alegría surge a partir de un acontecimiento positivo, ya sea por una sorpresa, o un buen suceso que te hizo sentir a gusto. Y es que si bien es cierto que la alegría es contagiosa, hay personas que a pesar de sentirla pueden seguir siendo infelices. 

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La diferencia para alcanzar el bienestar 

Como bien pudiste observar, la principal diferencia radica en el tiempo de duración, pues la felicidad suele ser más permanente; pero, no te equivoques, tampoco es para siempre, pues el error radica en que muchos creen que para ser feliz se necesita estar siempre alegre.

Por ende, el bienestar basado en la felicidad puedes alcanzarlo al entender que las dudas, los miedos, el dolor, las malas noticias y la frustración también son necesarios, y que solo así se sabe apreciar de forma indicada el verdadero valor de la alegría.

Al respecto, un estudio sobre la alegría realizado por Antonio Sevilla Moreno para la Universidad de Murcia demuestra que la felicidad incluye “otras emociones como la ilusión, la esperanza, el regocijo o el amor, que suelen tomar como positivas, pero también otras como el compromiso, la lucha, el reto e incluso el dolor, que pueden ser conceptos más bien negativos”.