¿Cómo eliminar las espinillas sin hacer daño a la piel?
Si sabes hacerlo, no lastimarás tu piel.

Si sabes hacerlo, no lastimarás tu piel.
Para nadie es un secreto que los barros y las espinillas son una de las cosas más incómodas para la mayoría de las personas, y es que no hay quien no haya tenido que ser acompañado por una de estas molestas imperfecciones en algún momento de su vida.
Cuando deciden aparecer en el momento menos oportuno, lo primero que llega a tu mente es que debes eliminarlo como sea, y finalmente terminas por exprimirlo, lo cual no siempre es lo más efectivo, pues termina dejando una herida que se nota más que el grano inicial.
Sin embargo, lo que puede estar provocando que no desaparezca, es la forma errónea en la que llevas a cabo dicho procedimiento, de hecho, esto puede hacer que te queden marcas en la piel que jamás se quitarán.
Antes de tomar dicha decisión debes ser consciente de qué tipo de acné padeces, si es aquel que sale de vez en cuando con cambios hormonales, malos hábitos de alimentación o factores del ambiente, o si, por el contrario, se trata de un caso severo que necesita de un tratamiento intensivo, para ello es importante que visites un dermatólogo.
Si se trata de barros y espinillas esporádicas, debes seguir estos pasos para eliminarlos de forma sana.
Identifícalo y lávalo bien
Foto: Shutterstock
Debes estar completamente seguro de que tu grano haya llegado a un punto de maduración en el cual ya puede ser exprimido, esto puedes saberlo observando su apariencia. Si tiene un punto blanco en el centro, es el momento.
Luego, procede a lavar bien tu cara y tus manos con un jabón especial. Es importante que la zona esté completamente limpia para que no se infecte.
Abre los poros
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La espinilla será más fácil de extraer si abres los poros de tu piel. Puedes ayudarte con calor, poniéndote paños de agua tibia por 20 minutos o acercando tu cara al vapor del agua mientras se calienta, ten en cuenta que no debes hacerte tan cerca ni por lapsos de tiempo tan largos, pues podrías quemar tu rostro.
Usa una toalla y agua oxigenada
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Con una toalla limpia y de uso exclusivo para la cara, realiza presión al grano sin pellizcar la piel. Si no sale por completo, presiona por los lados con copitos mojados con agua oxigenada; si finalmente no sale, lava bien y deja reposar la piel.
Ten en cuenta que no es recomendable que uses maquillaje o productos muy fuertes que puedan interferir en el proceso de curación de la zona. Puedes optar por utilizar jabones o geles con PH neutro para evitar que te salgan más.