La equinácea, una aliada de la salud

Cada vez es más popular el consumo de plantas cuyos beneficios son comprobados día a día por personas que, deseosas de acabar con sus quebrantos de salud, las usan con mucha efectividad.

La equinácea es una planta que tiene el poder de ayudar a combatir los resfriados, la tos y en general problemas asociados al sistema respiratorio; además, refuerza y potencia el sistema inmune, es antibacterial, activa la producción de leucocitos y también es antiinflamatorio, ¿otra cosita más?

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La equinácea es tan recomendada que, incluso, se puede consumir en pastillas, y los pacientes botánicos de todo el mundo conocen su gran poder. La faringitis, bronquitis y sinusitis son enfermedades atacadas de gran forma con esta planta, pero su acción no se limita a estas, pues existen muchas dolencias que la equinácea pone en su radar y son:

• Inflamación de amígdalas y dolores de garganta.
• Migrañas y fuertes dolores de cabeza
• Difteria
• Malaria
• Indigestión
• Orzuelos
• Gingivitis
• Infecciones urinarias
• Reumatismo y septicemia

Está recomendada la equinácea a pacientes a los que se les ha diagnosticado el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) Y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad debido, justamente, a su capacidad antiinflamatoria y reforzadora del sistema inmune.

Pero las bondades de esta planta milagrosa también se extienden al eficaz tratamiento de las quemaduras, es un excelente cicatrizante, disminuye la fiebre, se usa efectivamente en el tratamiento de herpes, soriasis, forúnculos, hemorroides, abscesos y picaduras de diversos insectos.

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Dicen los expertos que sus efectos no son muy serios, en algunas personas ocasionan mal sabor de boca, vómito, náuseas y diarrea; en casos muy extremos, algunas molestias musculares o boca seca. Siempre es bueno consultar al médico y ante la presencia de alguno de estos síntomas consultar a un profesional de la salud de forma inmediata.

La equinácea es una planta que se cultiva especialmente en el norte de América y tiene la apariencia de la margarita, solo que contiene espinas, crece silvestre y muchas personas la cultivan en macetas y jardines para tenerlas como medicina natural a la mano.

Hay que continuar beneficiando a nuestra salud y la equinácea merece hacer parte de nuestro menú botánico.