Cinco pautas para evitar las infecciones vaginales

Higiene

Si la higiene general es tan determinante en la prevención de infecciones, también lo será la limpieza de las zonas íntimas.

Al tener el aparato reproductor escondido en el interior de nuestro cuerpo y el hecho de que la zona genital sea húmeda aumentan las posibilidades de que aparezcan infecciones. Hay que practicar una higiene diaria correcta, usando un jabón que respete el ph de la vagina.

Y también es importante la limpieza que llevamos a cabo cuando acabamos de orinar. Seca la vulva con un papel y hazlo desde delante hacia atrás.

Ropa interior de algodón

Aunque las braguitas de algodón no son tan sexys como la ropa íntima de otro material, esta es la tela más adecuada para estar en contacto con la zona genital femenina. Las propiedades de este tejido dejan transpirar la piel. Se genera más ventilación y se evita la sudoración, dos cualidades que ahuyentan a los virus de la vagina.

Medicamentos

Tomar algunos antibióticos puede provocar hongos en el aparato genital femenino. Esto ocurre porque estos fármacos suelen dejar el organismo bajo de defensas tras curarnos de la dolencia para la que están destinados.

El resultado es que tras la ingestión del medicamento somos más propicias a contraer un trastorno infeccioso. Si eres propensa a las infecciones vaginales, consulta el folleto de contraindicaciones que adjuntan los antibióticos.

Algunos fármacos avisan de esta posibilidad. Otra opción es decantarse por la medicina natural antes de recurrir a la medicina occidental tradicional.

Información sobre las ETS

Lo mejor para tener una buena salud es saber de los riesgos. Como indica el propio nombre, las Enfermedades de Transmisión Sexual son infecciosas.

Conocerlas es la mejor manera de prevenirlas. Para llevar una vida sexual plena y a la vez segura consulta los artículos sobre las ETS y sobre los métodos anticonceptivos que te previenen de ellas que Mujerweb tiene en este apartado de sexología.

Y como norma habitual, lleva siempre contigo un preservativo –o más-, en el bolso o en la cartera. Este es uno de los métodos anticonceptivos más seguros contra las enfermedades de transmisión sexual, y nunca se sabe cuándo podría ser necesario.

Visitas anuales al ginecólogo

Una vez al año acude al ginecólogo para hacerte una revisión médica. Piensa que, si bien la mayoría de enfermedades presentan síntomas, existen algunas patologías que pueden pasarte desapercibidas. Si tienes alguna anomalía el especialista la detectará fácilmente y podrá indicarte el tratamiento.

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