Por: Karen Benavides • Colombia.com

Famoso exorcismo de una joven “poseída” por demonios, fue transmitido en televisión

Un exorcismo realizado en 1991 a una joven de 16 años en Estados Unidos se volvió popular, luego de que la Iglesia Católica decidiera transmitirlo en televisión.

Colombiana fue sometida a un exorcismo y lo transmitieron en Estados Unidos. Foto: Shutterstock
Colombiana fue sometida a un exorcismo y lo transmitieron en Estados Unidos. Foto: Shutterstock

Un exorcismo realizado en 1991 a una joven de 16 años en Estados Unidos se volvió popular, luego de que la Iglesia Católica decidiera transmitirlo en televisión.

Los exorcismos, prácticas religiosas o espirituales mediante las cuales se busca expulsar una entidad maligna del cuerpo de una persona, un objeto o un lugar, son llevados a cabo por expertos desde hace mucho tiempo en diferentes lugares del mundo, y a pesar de la gran trayectoria que llegan, siguen generando desconfianza, poca credibilidad y hasta burlas por parte de algunas personas.

Es por este motivo que en 1991, la Iglesia Católica decidió transmitir por televisión uno de estos rituales, en el cual se llevó a cabo el exorcismo de Gina (nombre con el que pidió ser identificada), una joven colombiana de 16 años de edad que llevaba mucho tiempo siendo atormentada por varios demonios, tal como se dio a conocer en dicho documental.

Y es que, fue el mismo Vaticano el que permitió que los hechos fueran presentados en un capítulo del programa 20/20 de la cadena televisiva ‘ABC’, con el fin de que las personas comprendieran que sí existe la presencia de estos seres malignos en el mundo y que es la razón por la que se vuelve tan importante acercarse a Dios, tal como lo declaró en dicho momento el reverendo James LeBar, ante las críticas de algunos miembros de la Iglesia por hacer público este suceso.

El exorcismo

Las aterradoras imágenes dejaban ver a esta joven sentada en una silla mientras el ‘Padre A’ (como pidió ser identificado) rezaba frente a ella, poniéndole un crucifijo en la frente, al que parecía querer resistirse; durante la grabación también se le escuchó hablando en diferentes lenguas que nadie podía entender, aunque una frase sí fue clara, en una voz más gruesa que la de la mujer: “no quiero irme”.

Gina, aparentemente estaba poseída por dos demonios: Minga, que la misma joven había descrito como una mujer de baja estatura, y Zien, un ser maligno de la selva africana que repetía varias veces “Santali bukatalafayat”; lo demostraba gritando, sacando la lengua, riéndose maquiavélicamente, moviéndose de forma brusca e intentando evitar las gotas de agua bendita que una monja derramaba sobre ella.

“No dañes a esta persona ni a nadie más que se encuentre en este lugar”, decía el ‘Padre A’, mientras Gina se reía y demostraba su rabia, hasta que finalmente dijo 3 veces: “¡en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!”, con el crucifijo en la frente de la adolescente, la cual cambió sus facciones y se mostró con una sonrisa tranquila.

El documental demostró que la joven ya estaba curada, luego de que el padre la hiciera besar el crucifijo, y de que ella misma se levantara para abrazar a las personas que se encontraban allí presentes, como si fuera un ser completamente distinto.

El comportamiento de Gina

A pesar de que fue lo que terminó ayudándola con la tormentosa vida que llevaba, el exorcismo no siempre fue la primera opción, según contó Felisa, madre de esta joven, quien contó que sus alarmas se encendieron cuando la personalidad de su hija cambiaba repentinamente, escupiendo, vomitando y hablando cosas extrañas, por lo que decidió llevarla a revisión por parte de un profesional médico.

Fue así como Gina terminó siendo diagnosticada con episodios psicóticos en el Miami Children´s Hospital, motivo por el cual escuchaba voces, tenía visiones y hablaba de demonios; siendo paciente psiquiátrica, recibió tratamiento e intervención por parte de expertos, pero nada parecía ayudarle, por lo que finalmente Felisa, siendo una mujer creyente, recurrió a la Iglesia, donde le dijeron que era producto de una posesión, y dieron paso al que sería uno de los rituales religiosos más populares y controversiales.