¡Haz tu petición!: oración a San Eusebio de Vercelli para pedir ayuda

Luego de que su madre enviudara, San Eusebio se mudó con su familia a Roma, donde recibió se educó y recibió la orden del lectorado; tiempo después fue enviado a Vercelli, y allí se convirtió en obispo y logró unir la disciplina monástica con la clerical; además, se ocupó siempre de la instrucción del pueblo, consiguiendo que muchos pecadores cambiaran de vida, gracias a la virtud de la verdad que predicaba, su bondad y gran caridad.

Fue enviado por el papa Liberio para pedir al emperador Constancio que reuniera un concilio y tratara de acabar con la contienda entre los católicos y los arrianos, aunque no fue en buenos términos. Los obispos posteriormente recibieron la orden de firmar un documento para condenar a San Atanasio, pero Eusebio se rehusó a hacerlo, motivo por el cual el emperador lo mando llamar junto con San Dionisio de Milán y San Lucifer de Cagliari, exigiéndoles que siguieran sus órdenes, no obstante, al no obtener respuesta favorable desterró a San Eusebio de Escitópolis de Palestina.

Cuando Constancio falleció pudo finalmente regresar, sin abandonar la batalla contra los arrianos, pero siendo siempre muy caritativo con los que consideraba estaban equivocados, dando un gran ejemplo a la comunidad de amor al prójimo, perdón, empatía, fe y fortaleza.

Es por esta razón que a él puedes encomendarte, pidiendo su intercesión ante Dios por la gran relación que tenía con Él; para ello, hoy te enseñamos una increíble oración para hacer peticiones de protección y solicitar ayuda, compartida por el portal ‘Oraciones y Leyendas Piadosas’.

Oración de protección

Oh amantísimo y amoroso San Eusebio, yo hoy, en unión contigo, adoro con reverencia a la Divina Majestad. Doy gracias con gozo a Dios por todos los dones y bienes que me ha concedido durante mi vida y que espero conseguir también para mi espíritu cuando llegue el momento de mi muerte.

Te suplico con toda la devoción de mi corazón que te dignes obtenerme, por tu eficaz intercesión, la mayor de todas las bendiciones: la gracia de vivir una vida santa. Además, te ruego que me obtengas (menciona aquí el favor que deseas obtener).

Pero si lo que te pido con tanto fervor no tiende a la gloria de Dios y al gran bien de mi alma, por favor obtén para mí, te lo ruego, lo que es más conducente para ambos. Oh Dios, que cada año nos proporcionas un nuevo motivo de gozo con la solemnidad del bienaventurado Eusebio, vuestro mártir pontífice, haced que honrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección. Amén.