Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración a Jesús para la sanación de un enfermo

Hay una increíble oración dedicada a Jesús con la que puedes solicitar su ayuda para la sanación de una persona que ha tenido quebrantos en su salud.

Reza esta poderosa oración para que una persona enferma se cure. Foto: Shutterstock
Reza esta poderosa oración para que una persona enferma se cure. Foto: Shutterstock

Hay una increíble oración dedicada a Jesús con la que puedes solicitar su ayuda para la sanación de una persona que ha tenido quebrantos en su salud.

Cuando la enfermedad llega a tu vida o a la de alguno de tus familiares, la fe se convierte en una forma de conservar la esperanza de que llegue una pronta recuperación, es por esta razón que hoy te compartimos una oración dedicada a Jesús para la sanación de los enfermos, compartida por el portal ‘Adoración y Liberación’.

Oración para la sanación de un enfermo

Mi buen Jesús, te alabo y adoro, te amo con todo mi corazón y agradezco tu entrega por nosotros en la Cruz, acudo ante Ti sabiendo que estás siempre a nuestro lado que todo lo ves, todo lo sabes y nunca abandonas.

Tú que concedes vida en abundancia y eres medico verdadero y dador de salud, tú que eres el Buen Pastor y cuidas de tu rebaño te ruego que desciendas y concedas tu protección y amparo a este ser querido que tanto padece por su enfermedad, apelo a tu infinito Amor, a tu bondad y clemencia, y solicito la gracia de la salud para (nombre del enfermo).

Dulcísimo Jesús, que dijisteis: “Yo soy la resurrección y la vida”, que recibiendo y llevando en ti mismo nuestras enfermedades, curabas las dolencias y males de cuantos se te acercaban; a ti acudo lleno de esperanza, lleno de seguridad, para implorar de tu Sagrado y Divino Corazón la sanación de (nombre del enfermo).

Jesús bendito, por tu inmensa potestad, y por la intercesión de tu Santísima Madre, la bienaventurada siempre Virgen María, que es salud de los enfermos y consuelo de los afligidos, solicito que alivies y atiendas en la presente enfermedad a tu siervo-a (nombre del enfermo), si es conveniente para su bien espiritual y el de mi alma.

Señor Jesús, que al funcionario real que te decía: “venid, Señor, antes que mi hijo muera”, le respondisteis: “vete, tu hijo vive”, te pido con todo mi ser: Señor cura con tu poder a (nombre del enfermo).

Señor Jesús compasivo, que al ciego de Jericó, que sentado junto al camino te decía en alta voz: “Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí”, le respondiste: “recupera tu vista, tu fe te ha salvado”, y al momento pudo ver, te pido con toda mi fe: Señor, devuelve la salud a (nombre del enfermo).

Señor Jesús, que diciendo: “Quiero, sé limpio”, limpiaste al leproso, que te decía suplicante: “Señor, si quieres puedes limpiarme”, te pido Señor, no dejes que sufra, sana a (nombre del enfermo). Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído del demonio, y luego, el que antes era mudo habló elocuente a las turbas, te suplico extiendas tu milagrosa Mano y sanes a (nombre del enfermo).

Señor Jesús, que sanaste al enfermo que llevaba treinta y ocho años de su enfermedad, junto a la piscina de las ovejas, diciéndole: “levántate, toma tu camilla y anda” y anduvo, te ruego: cúralo, Señor mío. Señor Jesús, todo bondad y misericordia que delante del hijo muerto de la viuda de Naím enternecido, dijiste a la madre: “No llores”; y tocando el féretro, añadiste: “joven, a ti te digo, levántate”, entregándolo luego vivo a su madre; Señor te suplico, haz un milagro y restituye la salud a (nombre del enfermo).

Señor Jesús, que dijisteis: “bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados”, dale el consuelo y alivio que precisa en su dolor a (nombre del enfermo). Señor Jesús, que dijisteis: “en verdad, en verdad te digo, que todo cuanto pidieras al Padre, en mi Nombre, os lo dará”, apiádate de tu siervo-a (nombre del enfermo) y cura su cuerpo, llénalo-a de bendiciones y no lo-a abandones.

Recurro a Ti con toda humildad y lleno de confianza para que lo-a ayudes a vencer su enfermedad, apartes todo sufrimiento y dolor de su cuerpo y le devuelvas la salud perdida que tanto necesita. Omnipotente y sempiterno Dios, eterna salud de los que creen, escúchanos en bien de tus siervos enfermos, por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia a fin de que recobrada la salud, te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.