Oración para antes de ir a dormir por San Efrén de Siria

Rezar antes de acostarse a dormir en las noches es una tradición religiosa que ha pasado de generación en generación; de hecho, son comunes algunas oraciones a los ángeles y a los santos enseñadas por las madres a sus hijos. Y es que, es necesario reconocer la importancia de pedir perdón, agradecer y hacer las peticiones correspondientes al señor antes de finalizar el día.

Para ello, San Efrén de Siria, escritor eclesiástico y diacono reconocido por el catolicismo como “Doctor de la Iglesia”, creó una hermosa plegaria que puedes llevar a cabo antes de acostarte, la cual fue compartida por el portal ‘Oraciones Religiosas’; te la enseñamos a continuación.

Oración de San Efrén de Siria para antes de dormir

Rey divino, consolador, Espíritu de Verdad, ten clemencia y piedad de mí, tu siervo pecador y también impropio. Perdóname todas y cada una de las faltas cometidas este día como hombre, y no únicamente como hombre sino más bien además de esto peor que una bestia.

Perdóname mis pecados voluntarios y también involuntarios, cometidos con conciencia o bien por ignorancia; perdona los pecados de mi juventud, los cometidos a raíz de falsa doctrina, los que son fruto del miedo y de la desesperación.

Si en balde he invocado tu nombre, si en mi pensamiento lo he blasfemado, si he reprochado a alguien, si en mi ira he agraviado, si a alguien he contrariado y me he encolerizado, o bien si he mentido o me he entregado a la vagancia.

Si he rechazado al pobre cuando a mí recurría, si he ocasionado pena a mi prójimo, si he juzgado a alguien, si me he envanecido o bien me he enorgullecido, si la ira me ha dominado y si a lo largo de la oración mi psique se inclinaba a las malicias de este planeta.

Asimismo, tanto si mi imaginación se ha complacido en pensamientos impuros, como si me he entregado a la gula o bien a la embriaguez; si me he reído en demasía o bien pensado mal, si he codiciado lo ajeno o bien he pronunciado malas palabras, o me he burlado de las faltas de mi prójimo cuando las mías son incontables; si he descuidado la oración, o si he cometido cualquier otro pecado que todavía no recuerdo.

Todo esto y todavía más he hecho y lo confieso. Creador mío y Señor mío, ten piedad de mí tu impropio y humilde siervo y remite, excusa y exculpa mis pecados por el hecho de que eres bueno y amas al hombre, a fin de que impuro pecador pueda reposar y disfrutar de un sueño sosegado; adoraré, alabaré y gloriaré tu nombre, con el Padre y su Hijo Unigénito, ahora y siempre, y en toda circunstancia. Amén.