Oración a Santa Clara de Asís para abrir y aclarar caminos
Si quieres tener más oportunidades en tu vida, puedes encomendarte a Santa Clara de Asís con esta oración, para que te ayude a abrir y aclarar caminos.
Si quieres tener más oportunidades en tu vida, puedes encomendarte a Santa Clara de Asís con esta oración, para que te ayude a abrir y aclarar caminos.
Santa Clara fue una de las primeras seguidoras de San Francisco de Asís, quien decidió entregar su vida a Dios desde muy joven; de esta forma, en su trayecto logró fundar la Orden de las Damas Pobres que funcionaba con sus propias reglas, gracias a la aprobación del Papa Inocencio IV, de hecho, fueron las primeras directrices monásticas escritas por una mujer.
Por todo lo que logró en vida y la forma en la que pudo ayudar a otros incluso después de haber fallecido, puedes encomendarte a ella, especialmente cuando desees aclarar los caminos y tener más oportunidades para salir adelante y triunfar; te enseñamos una oración que te puede funcionar, compartida por el portal ‘Fieles a Dios’.
Oración para abrir caminos
¡Oh Santa Clara de Asís!, tú que en todo momento viviste bajo los designios y mandatos del Señor intercede por mí. He intentado de todo en esta vida, desde niño recorrí muchos caminos y profesiones, sin embargo, no obtuve éxito alguno en ninguno de estos.
Ahora me encuentro en mi adultez, triste y perdido… ¿De qué me ha servido olvidarme de Dios e intentar hacer todo por mi cuenta? Quiero aprender de ti, de tu sencillez y tu férrea voluntad; apenas tenías 18 años cuando decidiste aventurarte a seguir los caminos de Dios, enséñame a confiar en Cristo como tú lo hiciste.
Tú que sufriste por más de 20 años una terrible enfermedad, nunca apartaste tu mirada de Dios, yo, por el contrario, me deje llevar por la soberbia y emprendí un viaje a ciegas. Han pasado los años y con profunda tristeza puedo percatarme de las terribles consecuencias de mi poca humildad y sencillez de corazón; cuantas veces Dios me ofreció oportunidades, las rechace por mi soberbia y arrogancia.
Fueron muchos las personas que quisieron ayudarme, pero víctima del maligno me deje llevar por la tentación y el orgullo, rechacé la ayuda de mis hermanos y poco a poco fui caminando hacia la tristeza, la soledad y la desesperanza.
Me encuentro arrepentido y desesperado, solo quiero ser feliz haciendo lo que hago, quiero alabar a Dios haciendo lo que más me gusta hacer, así como tú lo hiciste en tus días de enfermedad, bordando y haciendo costuras.
Dios me doto con múltiples talentos y virtudes, quiero poner al servicio de mi Señor Jesús los talentos que me han sido otorgados, así cuando sea el último de mis días, podré morir con la mayor de las alegrías, pues habré vivido al máximo y a plenitud sirviendo e inspirando a mis hermanos. Amén.