San Francisco de Sales: oración para tener paz y armonía en el hogar

San Francisco de Sales fue un obispo y doctor de la Iglesia, cofundador de la Congregación de la Visitación; ayudó a numerosas personas que se habían alejado de Dios a recuperar su fe, gracias a sus consejos y a sus escritos, y siempre se caracterizó por su gran humanidad.

De hecho, muchos lo han nombrado también como el “Doctor de la amabilidad”, por lo que en cualquier momento puedes aprovechar y pedir su intercesión para solucionar lo que tanto necesitas; precisamente, hoy te enseñamos la oración compartida por el portal ‘Oraciones de los santos’, para conseguir paz y armonía en tu hogar.

Oración para la armonía del hogar

Glorioso san Francisco de Sales, tú que mediante la oración y la mansedumbre fuiste un verdadero pastor para clérigos y fieles, y con tus palabras, escritos y obras te convertiste en un ejemplo para todos, acércanos a nuestros hermanos, haz que sepamos servirles y amarlos como tú grandemente lo hiciste.

Santo de la amabilidad que con caridad y abnegación te entregaste para la salvación de los hombres, te pedimos de todo corazón intercedas ante tu muy querida y amada la Santísima Virgen María para que nos escuche y atienda.

Pídele que nos ayude con su misericordia a solucionar los problemas y diferencias por las que pasa nuestra unión, que nos dé su asistencia para arreglar esta preocupación que nos aflige y entristece y que ahora elevamos en esta oración: (pide con humildad lo que deseas conseguir).

No permitas, glorioso san Francisco de Sales que el mal genio, la cólera y la ira, la violencia, el rencor, el egoísmo y la humillación, las infidelidades, los celos y los abandonos perturben y rompan nuestra estabilidad personal, la de nuestros hogares, familias y ocupaciones. Te pedimos santo de la generosidad que con tu singular paciencia y amabilidad inundes de armonía, dulzura, alegría, paz, de enorme cariño y amor todo aquello que nos rodea.

San Francisco de Sales, tú que fuiste fiel devoto de la Santísima Virgen María, Gloriosa Madre de Jesús y bendita Madre nuestra, ruégale que nos obtenga de su amable y divino Hijo la gracia que con total confianza pedimos y que ponemos en sus manos de Madre.

Solicítale también nos proteja, ampare y nos guíe, que nos acompañe con su mirada amorosa a lo largo nuestra la vida terrenal, para poder asumir los nuevos retos que el Señor pone en nuestro camino, ruégale que siempre nos dé su bendición y consiga que nuestro destino, nuestro vivir, esté siempre unido a Él bajo su maternal patrocinio.

Que tu amable consuelo y poderoso auxilio llegue a nosotros lo antes posible, no dejes de pedir por mi grave situación ante Dios y ruégale me ayude a superar tan difíciles momentos. También te pedimos nos inclines al bien, enséñanos a saber cómo actuar en todo momento, tanto con nuestros semejantes como con el Padre Celestial, y alcánzanos la gracia de ser también manso-a y sencillo-a como lo fuiste tú, para que nuestro corazón sea semejante al tuyo.

Enséñanos, san Francisco, la humildad interior, y la dulzura exterior para con nuestros semejantes, y que podamos tomar ejemplo de todas las virtudes que tan ampliamente has sabido imitar de los Corazones de Jesús y de María. Así sea.