Oración a la Virgen de la Medalla Milagrosa: santoral del 27 de noviembre

¿Tienes una causa imposible? Entre creencias y la magia blanca existe un punto en el que se unen: las oraciones, en este caso para pedir por los favores. 

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La Medalla Milagrosa. Foto: Shutterstock
La Medalla Milagrosa. Foto: Shutterstock

¿Tienes una causa imposible? Entre creencias y la magia blanca existe un punto en el que se unen: las oraciones, en este caso para pedir por los favores. 

La Virgen de la Medalla Milagrosa es la intermediaria para lograr que se cumpla los favores sobre todo los grandes e imposibles.

Cada 27 de noviembre se celebra el Día de la Medalla Milagrosa, una fecha importante para los fieles católicos en todo el mundo, y muy en espacial para aquellos devotos de la Virgen María. Esta medalla, conocida como un símbolo de protección y bendición, fue instituida por la Iglesia Católica en honor a la aparición de la Virgen María a Santa Catalina Labouré en 1830 en París, Francia.

Según cuenta la historia, durante esta aparición, la Virgen pidió a Santa Catalina que mandara acuñar una medalla con una imagen específica de Ella, que representaba la esperanza y la salvación para los que la usaran con fe. La medalla tiene una serie de símbolos y palabras que reflejan la protección divina, como la inscripción "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti".

El Día de la Medalla Milagrosa es un momento de oración, reflexión y renovación de la fe para aquellos que la llevan, ya que se cree que esta medalla tiene el poder de interceder por los fieles y obtener gracias milagrosas. Es un día para recordar y agradecer las bendiciones recibidas, así como para pedir por la salud, la paz y el bienestar de quienes la portan.

La historia de Santa Catalina y la Medalla Milagrosa

Oración a la Virgen de la Medalla Milagrosa para favores grandes

Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección. La Medalla prodigiosa a ti Purísima Virgen debe el principio y origen en una visión dichosa.

Todos por eso a porfía desean su adquisición. Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección, los brillantes resplandores que vuestras manos despiden son las gracias que reciben de Vos los hombres que creen en ti.

¿Quién es el que no confía viendo tal demostración? Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección. ¿Quién podrá cantar Señora los prodigios que hiciste con el que llevara al pecho la Medalla y os implora? Llevémosla noche y día con tierna veneración.

Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección. El rayo, la tempestad, el contagio inevitable, de esta medalla admirable huyen con celeridad. La virtud que los desvía es la de Vuestra intercesión.

Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección. Los enfermos desahuciados buscan con solicitud en la Medalla salud, y no quedan defraudados; Sanos, llenos de alegría dicen con devoción: Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección.

Los hombres más obstinados en la impiedad y en el vicio del eterno precipicio con ella han sido librados, pues por vos Dulce María lograron su conversión. Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección.

Madre en gracia concebida, ruega Señora por nos que recurrimos a Vos en tan miserable vida; Muéstrate clemente y pía ahora y en toda ocasión. (Hacer la petición).

Vuestra Medalla ¡oh María! Es prenda de protección.