Demencia canina: la condición que afecta a más del 60% de los perros mayores, ¿cómo detectarla?

Los perros, al igual que los seres humanos, sufren un deterioro físico y mental con el paso del tiempo. Cuando llegan a cierta edad, pueden comenzar a sufrir enfermedades, entre ellas, la demencia canina, que según cifras oficiales afecta al 60% de los perros mayores. 

¿Qué es la demencia canina?

Expertos en medicina veterinaria de la web Anicura definen la demencia canina, también llamada disfunción cognitiva canina, como una “enfermedad que suele aparecer debido al envejecimiento del sistema nervioso central”. 

Esta afección de salud puede afectar a cualquier tipo de perro, sin importar su raza o tamaño; no obstante, los perros de raza grande suelen desarrollarla a los 7 años, mientras que los perros pequeños tienden a experimentar síntomas a partir de los 11 años. 

Los expertos destacan que esta enfermedad es una consecuencia del envejecimiento. Se produce por una considerable disminución del número de neurotransmisores y neuronas que envían información por el sistema nervioso central.

Síntomas y signos 

Todas las razas pueden presentar diferentes signos y síntomas de demencia. No obstante, en la mayoría de casos inicia con signos leves que van aumentando de forma gradual con el tiempo. Los primeros síntomas incluyen:

• Momentos de ansiedad
• Desorientación
• Confusión o no comprensión de órdenes
• Olvido de hábitos o rutinas ya aprendidas
• Desconocimiento de su nombre
• Irritabilidad
• Apatía
• Mirada perdida
• Pérdida del apetito
• Cambios en el ciclo de sueño

Especialistas en salud veterinaria destacan que si bien la demencia canina es una enfermedad que no tiene cura, su detección temprana es fundamental para frenar el avance e impedir que el animal pierda funciones vitales.

Ante la aparición de cualquier signo o síntoma de alarma, los expertos recomiendan acudir a una consulta veterinaria para diagnosticar o descartar afecciones o dolencias.

Tratamiento 

El tratamiento para esta condición se centra en evitar su evolución a través de ejercicios, fármacos y suplementos. Cabe destacar que los ejercicios pueden ser empleados para prevenir el desarrollo de la demencia.

Entre los ejercicios que pueden favorecer la función cognitiva de los caninos están aquellos que estimulan la conexión neuronal. Un ejemplo es esconder sus juguetes favoritos para que los encuentre por medio del olfato. 

También existen juguetes especiales para este fin, como aquellos en los que se pueden insertar premios para que el canino los libere poco a poco con determinados movimientos. Este tipo de juegos promueven la estimulación cognitiva.