“No adoptes sin conciencia”: la iniciativa que busca reducir el abandono de mascotas después de Navidad

La adopción animal, independientemente de la especie, es una decisión que debe ser tomada con mucha responsabilidad y con cabeza fría, pues implica un cambio importante en la vida de el o los adoptantes. 

Y es que tener un animal de compañía requiere mucho más que voluntad, ya que en ocasiones puede ser muy costoso y demandante, esta es la razón por la cual muchos peludos terminan abandonados en las calles a su suerte. 

En navidad, las mascotas suelen convertirse en el “regalo perfecto” de muchos; no obstante, según cifras oficiales después de esta festividad las cifras de abandono animal se incrementan considerablemente.

Tan solo en Colombia, diferentes organizaciones reportan que el abandono de mascotas aumenta hasta un 40% entre enero y febrero, justo después de Navidad, cuando las consecuencias de un regalo impulsivo comienzan a hacerse visibles.

Para contrarrestar esta situación, Gabrica, en alianza con la Alcaldía de Bogotá y el IDPYBA, lanzó la campaña “No adoptes sin conciencia”, una iniciativa que invita a tomar la adopción animal como una decisión responsable, especialmente en la temporada decembrina. 

A diferencia de otras campañas, esta iniciativa no busca incentivar la adopción, sino concientizar sobre el abandono de mascotas tras las fiestas. Su mensaje es claro: amar a los animales también significa saber decir “no” cuando no existen las condiciones adecuadas. 

20 preguntas que debes hacerte antes de adoptar un animal de compañía en Navidad

1. ¿Tengo al menos 1–2 horas al día para dedicarle a una mascota entre paseos, juego, entrenamiento y cuidados?
2. ¿Mi rutina diaria es lo suficientemente estable para garantizar horarios regulares de alimentación, paseos y atención?
3. ¿Puedo comprometerme a cuidar una mascota durante 10–15 años o más (según la especie)?
4. ¿Considero mis viajes, jornadas laborales y actividades sociales antes de decidir adoptar?
5. ¿Sé que una mascota no es un regalo ni un capricho, sino una vida que depende totalmente de mí?
6. ¿Estoy dispuesto a asumir momentos difíciles como enfermedades, accidentes, pérdida de paciencia o entrenamientos que pueden tomar meses?
7. ¿Tengo claro que una mascota no “arreglará” problemas emocionales, sino que requerirá estabilidad y paciencia?
8. ¿Puedo cubrir gastos mensuales como comida, arena, juguetes, medicinas y transporte?
9. ¿Tengo capacidad económica para emergencias veterinarias o procedimientos inesperados?
10. ¿Puedo pagar vacunas, esterilización, controles periódicos y desparasitación?
11. ¿Mi hogar tiene un espacio adecuado según el tipo de mascota que deseo?
12. ¿Todos los miembros de la familia están de acuerdo con adoptar?
13. ¿Mi vivienda permite la tenencia de animales?
14. ¿He investigado sobre la especie y las necesidades del animal que quiero adoptar?
15. ¿Entiendo la importancia de la esterilización, el entrenamiento y la socialización?
16. ¿Sé que los animales no son juguetes y que requieren límites, educación y constancia?
17. ¿Quiero adoptar por compromiso y no por impulso, moda o presión externa?
18. ¿Estoy dispuesto a decir “no” si descubro que no estoy preparado?
19. ¿Estoy adoptando para darle una vida digna a un animal y no solo para entretenerme?
20. ¿Si la mascota genera daños o retos (muebles mordidos, accidentes, ruidos), estoy dispuesto a trabajar en soluciones sin abandonarla?