Piel sensible: 5 errores que podrías estar cometiendo sin saberlo, y cómo corregirlos
Tu rutina de cuidado podría estar dañando tu piel sensible sin que lo notes. Descubre los 5 errores más comunes y cómo solucionarlos.

Tu rutina de cuidado podría estar dañando tu piel sensible sin que lo notes. Descubre los 5 errores más comunes y cómo solucionarlos.
La piel sensible es una condición que afecta a muchas personas, la cual implica que la epidermis reacciona con facilidad al entorno o a determinados productos, provocando enrojecimiento, ardor o irritación incluso con productos suaves.
Son muchos los factores que pueden desencadenar reacciones en pieles sensibles. Según expertos de Medical News Today, los más comunes son: el uso de sustancias químicas, los tintes y determinadas fragancias.
“También pueden aparecer sarpullidos o irritaciones por la ropa o la fricción. Algunas personas son alérgicas a ciertas sustancias, las cuales pueden reaccionar en su piel”, detallan los profesionales de la salud.
El tratamiento para la piel sensible consiste en identificar y eliminar los factores que desencadenan la irritación. Algunos especialistas pueden recomendar el uso de cremas con esteroides, cremas analgésicas, antihistamínicos y protección solar.
Más allá del tratamiento, los expertos en dermatología y cosmética destacan la importancia de tener una rutina adecuada. De acuerdo con Suzzane Piqueras, Directora Corporativa de Tratamiento y Protección Solar de Yanbal, existen 5 errores comunes que suelen cometer quienes tienen piel sensible. A continuación te los compartimos:
- Elegir productos inadecuados: la experta recomienda verificar que las fórmulas hayan sido probadas en pieles sensibles, ya que este tipo de epidermis necesitan productos especiales. “Prefiere fórmulas hipoalergénicas, sin alcohol, clínicamente probadas en piel sensible y enriquecidas con activos calmantes”.
- Sobreexfoliar o usar activos muy agresivos: este tipo de productos pueden alterar el pH, dañar la barrera cutánea y dejar la piel vulnerable. La recomendación es optar por limpiadores suaves que retiren impurezas sin generar fricción ni espuma excesiva.
- No hidratar adecuadamente: la hidratación no es la única para las pieles secas. En realidad, todos los tipos de piel necesitan hidratación diaria para mantener la barrera protectora y el equilibrio del microbioma.
- Cambiar constantemente de productos: según la experta, la piel requiere constancia para adaptarse y responder positivamente a los productos. Para ello, es necesario establecer una rutina diaria con productos de alta tolerancia dermatológica.
- Olvidar activos calmantes y fortalecedores: los activos e ingredientes correctos pueden marcar la diferencia entre una piel irritada y una equilibrada. Busca fórmulas con ceramidas que fortalezcan la barrera natural o con ingredientes como la centella asiática, que reduce el enrojecimiento y calma la piel.
Cabe destacar que la mejor forma de detectar si tienes piel sensible es acudir al dermatólogo; sin embargo, señales como el enrojecimiento, la picazón, el ardor o la descamación pueden ser un indicativo.