Mujer cumplió 108 años: dice que llegó a esa edad porque prefirió tener perros y no hijos

Aunque en Reino Unido la esperanza de vida de una mujer está entre los 80 y los 85 años, según datos recogidos por el Banco Mundial del año 2021, Ada Daniel, residente en dicho país, superó dicho margen hace mucho tiempo, teniendo en cuenta que el pasado jueves, 01 de junio, alcanzó los 108 años de edad.

Esta mujer, que ha despertado en muchas personas una gran admiración por su lucidez, vive actualmente en el Hogar Codnor Park, una residencia para la tercera edad, y fue esta misma institución la que se encargó de difundir su caso, para que personas de diferentes lugares pudieran enviarle una carta de felicitación a Ada, con el fin de reunir 108 cartas.

Precisamente, la dinámica fue más exitosa de lo que imaginaban, pues logró acumular más de 300 cartas, incluida una de la corona británica; “A mi esposa y a mí nos complace saber que estás celebrando tu cumpleaños número 108, el primero de junio de 2023. Queremos enviarte nuestras más cálidas felicitaciones y nuestros sinceros buenos deseos en esta ocasión tan especial”, se puede leer en el mensaje enviado por el rey Carlos III y la reina Camila.

Y es que, la historia de esta mujer generó tanta emoción que se volvió viral y numerosos medios locales decidieron ampliar mucho más el acontecimiento, indagando sobre su vida y sobre el secreto para llegar hasta dicha edad. De hecho, es ella misma quien comenta que la clave está en que prefirió tener mascotas y no hijos, una frase que repite con frecuencia, según Kelly Goucher, encargada de la coordinación de la casa geriátrica en la que reside Ada.

Al parecer, la mujer se habría casado en 1944, cuando tenía 27 años de edad, con Percy, un soldado en la Segunda Guerra Mundial, y juntos decidieron no tener hijos por la situación mundial. Así fue, y en lugar de niños en su hogar optaron por tener perros, hasta que terminó enviudando a sus 73 años; de hecho, antes de ingresar al ancianato aseguran que tenía una gran cantidad de caninos, la mayoría de ellos galgos, y todos se llamaban igual, según les ha comentado a sus cuidadores.

Vale la pena mencionar que esta mujer ingresó a la residencia cuando ya tenía 103 años, de forma voluntaria, cuando evidenció el deterioro de su salud, pues incluso hasta sus 97 años se ejercitó haciendo largas caminatas. Ahora, muchos se preguntan si su longevidad efectivamente es por no haber sometido a su cuerpo a embarazos, o solo tiene que ver con sus rutinas y hábitos diarios.