Rusia quiere prohibir el pensamiento de 'No tener hijos' o 'childfree' que está acabando con su natalidad

Las autoridades rusas han dado a conocer que buscan prohibir la propagación del un movimiento que anima a las mujeres a no ser madres si así lo desean, declaró este jueves el viceministro de Justicia, Vsévolod Vuk'olov.

"Ahora estamos preparando activamente proyectos de ley para evitar la proliferación de las ideas 'childfree' (sin hijos, en inglés), cuando alguien dice a las jóvenes que no necesitan dar a luz y pueden prescindir de descendencia", dijo el viceministro, cuyas palabras recoge la agencia TASS.

Según el funcionario, hoy día hay "muchas ideologías de este tipo" y todas ellas tienen un "cariz extremista". En total, el año pasado en Rusia, país que está en guerra con Ucrania, nacieron poco más de 1.264.000 niños, la cifra más baja desde 1999.

Además de los efectos de la contienda, la caída de la natalidad se debe al "agujero demográfico" en el que se encuentra el país al alcanzar la edad fértil las mujeres nacidas en los 1990, explican los demógrafos.

En otras partes del mundo, las mujeres que no quieren ser madres son conocidas como Mujeres NoMo, abreviatura en inglés de Not Mothers, “No Madres”. Y es que en la actualidad muchas mujeres deciden romper el mandato social de maternidad como el proyecto de vida y deciden enfocarse en otras cosas como sus carreras profesionales o proyectos personales. 

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), basado en los datos generados por la Encuesta Nacional sobre Discriminación, de 1960 a la fecha, la tasa global de fecundidad ha ido a la baja, pasando de siete hijos promedio a dos, especialmente en mujeres que viven en contextos urbanos y tienen una mayor preparación educativa.

Pero hay muchos casos en los que las mujeres simplemente lo deciden desde su propia historia y el deseo de no ser madres, quizás porque no quieren repetir la vida de aquellas que les antecedieron como abuelas y madres, porque no les atrae el hecho de dedicar su vida al cuidado y la crianza o incluso por factores económicos o de disponibilidad de pareja.

Esta presión de tener que ser madres no solo la pone el gobierno en este caso, sino la familia, la pareja o las amistades ejercen esta presión y también los profesionales de la salud que muchas veces tildan a las mujeres cómo: “incompletas”, “egoístas”, “frías” o “inmaduras”.