Seis razones del por qué es coveniente jugar con los hijos

Quitarse las etiquetas de la seriedad y de formalidad para ponernos al nivel de ellos es importante para su crecimiento y también permite que entendamos que ellos pueden enseñarnos mucho.

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Quitarse las etiquetas de la seriedad y de formalidad para ponernos al nivel de ellos es importante para su crecimiento y también permite que entendamos que ellos pueden enseñarnos mucho.

El mundo de los hijos está al alcance y siempre abierto para que todos los adultos participemos y disfrutemos de su riqueza y de su capacidad de transformar el mundo. La llave de acceso a su mundo está en la posibilidad de establecer una relación genuina y horizontal desde el juego.

Existen seis razones sobresalientes que nos explican por qué jugar con los niños es el camino más saludable para una sana relación para toda la vida:

1. Jugar te hace feliz: Todos los seres humanos hemos jugado alguna vez en nuestras vidas y ello ha permitido que experimentemos la alegría y el goce. Pero más allá, el solo hecho de jugar permite que los niños y los adultos sean más felices y tolerantes, espontáneos, emotivos, y permite expresar más fácilmente las emociones ayudándoles a tener más éxito en todas las cosas que emprendemos cotidianamente.

Cuando juegas ríes, te pones alegre, te olvidas de las preocupaciones y urgencias del momento, de hecho el tiempo transcurre más rápido y fácilmente nos dejamos llevar por su ritmo y atmósfera.

2. Jugar con los Hijos es compartir tiempo de calidad en familia: No significa para nada perder el tiempo, pues al contrario de lo que habitualmente pensamos, el juego entre padres e hijos crea un escenario de comprensión y comunicación que fortalece los lazos familiares, además de generar momentos significativos e importantes. 

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3. Todos los eventos positivos están relacionados con la infancia: Haga este simple experimento y traiga a la memoria un recuerdo feliz en su vida de cuando era pequeño y notará que rápidamente lo asaltarán los momentos de juego con sus hermanos, con sus primos, con sus compañeros de colegio, en algunos momentos con su papá y su mamá. Las razones no requieren de muchas explicaciones, pues está comprobado que el juego genera confianza en sí mismos, fomenta la autoestima y fortalece las relaciones intrafamiliares.

4. Jugar potencia el desarrollo de habilidades sociales y emocionales: Porque a través del juego, aprendemos fácilmente a compartir, a expresar las emociones, a sentir y comprender el dolor y la tristeza propia y de otros, entre muchas otras cosas. Y lo más importante es que todos estos aprendizajes se ha comprobado que perduran para toda la vida.

5. El Jugar es una actividad enriquecedora para la vida de los hijos: Lo mejor de todo no cuesta nada, jugar no constituye una carga, al contrario, posee un carácter liberador y terapéutico incluso para el bolsillo, es bien conocido que el tener muchos juguetes no hace a los niños más felices, pues para ellos el juguete es un objeto entre muchos otros. En cambio el jugar con sus padres es más significativo y de mayor valor. 

6. El juego es un derecho fundamental para los niños: No es simplemente porque la ley obliga, sino porque somos seres sensibles y de pensamiento, por ello podemos entender y comprender que cuando los niños juegan desarrollan todo su potencial y logran ser lo que quieren ser.

Es sabido que uno de los mejores indicadores del bienestar en un niño es cuando este juega de manera natural y espontánea, y nos preocupamos cuando no lo hace.

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