¿Cómo hacer yoga?: 5 posturas básicas y fáciles de realizar

Son cada vez más personas las que han decidido incursionar en la disciplina tradicional del yoga, con el fin de mantener un equilibrio físico y mental frente a las situaciones de estrés que se viven cada día; y es que, muchos han encontrado en esta práctica, la forma de liberarse de tensiones y mantenerse saludable en cuerpo y alma.

No obstante, hay quienes, a pesar de considerar el yoga como un método efectivo, se rehúsan a realizarlo por las limitaciones que creen que tiene su propio cuerpo en cuanto a flexibilidad. Para ellos, expertos recomiendan ir al ritmo que consideren adecuado e ir aumentando poco a poco la intensidad y el tiempo con el que se realizan los estiramientos, además, aprender a manejar la respiración en cada ejercicio, con una media de 5 a 10 inhaladas y exhaladas.

Posturas para personas poco flexibles

Postura de la montaña

Este ejercicio es muy sencillo, pues es el utilizado para calentar antes de realizar cualquier otra postura que requiera un poco más de exigencia. Debes estar parado con los pies juntos, con los ojos cerrados, y los brazos ligeramente separados del cuerpo con las palmas extendidas; en esta posición, comenzarás a concentrarte en tu respiración.

Piernas a la pared

Lo único que necesitarás, además de tu propio cuerpo, es una pared para apoyar los pies. Después de haber tenido un día pesado, puedes acostarte en el suelo, con los glúteos pegados a la pared, y las piernas completamente extendidas hacia arriba sobre la misma; de esta forma, la planta de los pies quedará mirando al cielo. Para tener un mejor soporte, puedes poner un cojín bajo la parte inferior de la espalda.

Postura del niño

Comienza apoyando tus rodillas en el suelo, con los pies juntos, luego, apoya tus glúteos sobre los talones e inclina tu cuerpo hacia adelante hasta lograr apoyar la cabeza en el suelo; los brazos debes estirarlos hacia el frente con las palmas apoyadas también en el piso. Al ser una postura de relajación, puedes mantenerla el tiempo que desees, siempre y cuando no sientas molestias.

Postura del árbol

Para este ejercicio pondrás a prueba tu equilibrio, y dejarás de pensar en las situaciones de estrés, pues tu mente estará concentrada en otras cosas, mientras refuerzas tu confianza. Párate en una sola pierna, apoyando el otro pie en el tobillo, la rodilla o el muslo de la pierna de apoyo; si te sientes muy desequilibrado puedes apoyar una mano en una pared, de lo contrario, intenta elevar los dos brazos hacia el cielo, simulando las ramas de un árbol.

Flexión hacia el frente

Ponte de pie con las piernas completamente estiradas y ligeramente separadas a la altura de los hombros, flexiona tu tronco hacia el frente, mientras bajas suavemente para intentar tocar los pies; debes mantener la postura durante 5 o 10 respiraciones. Este ejercicio te ayudará a ganar flexibilidad, pero debes hacerlo de a pocos, cada vez bajando un poco más hasta que logres tocar los dedos del pie, así evitarás cualquier tipo de lesión.