¿Cómo saber si sufres de ansiedad? 7 señales que no debes ignorar

Probablemente habrás escuchado hablar muchas veces sobre la ansiedad, pero a pesar de ser un término popular, pocos saben de qué se trata o que sienten las personas que sufren este tipo de trastorno. Según la Asociación Estadounidense de Psicología, se trata de “una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, pensamientos angustiantes y cambios físicos como el aumento de la presión arterial”.

Al respecto, expertos explican que sentir ansiedad ocasionalmente es algo normal y por lo que muchas personas pasan en algún momento de su vida, no obstante, lo preocupante es cuando se presentan los trastornos de ansiedad, pues las preocupaciones y los miedos son excesivos y comienzan a interferir las actividades diarias.

Pero, ¿cómo saber si sufres de trastornos de ansiedad? Probablemente tienes muchas señales que revelan que estas teniendo este tipo de complicaciones en tu salud mental, sin que hayas llegado a notarlas. Por esta razón, hoy te compartimos aquellos síntomas a los que debes prestar atención; ten en cuenta que siempre será recomendable consultar con un profesional para que no se convierta en un problema mayor.

Síntomas de los trastornos de ansiedad

• Agitación: el sistema nervioso se potencia creyendo que se está ante un inminente peligro o amenaza, por lo que se acelera el pulso, las manos sudan y tiemblan, la boca se pone seca.

• Preocupación excesiva: la preocupación que sientes es desproporcionada respecto a lo que está sucediendo; cuando está relacionada con la ansiedad se presenta la mayoría de los días por varios meses, es difícil de controlar y afecta las labores habituales.
• Alteraciones en el sueño: pueden presentarse dos situaciones, que los pensamientos u otras sensaciones no te dejen conciliar el sueño, o que logres hacerlo pero no puedas permanecer dormido por mucho tiempo, es decir, despiertas con mucha frecuencia.
• Ataques de pánico: se produce una sensación de miedo tan intensa que crea intranquilidad y una inexplicable bruma, la cual a su vez termina en un terrible debilitamiento; está acompañado de un ritmo cardiaco intenso, temblores, falta de aliento, nauseas, presión en el pecho, miedo a morir o a perder el control, sudoración, entre otros.
• Rechazo hacia los eventos sociales: puedes evitar a toda costa estar con otras personas, porque sientes temor, por miedo a que otros te juzguen, por no querer ser avergonzado, o simplemente por la necesidad de permanecer solo.
• Irritabilidad: cualquier cosa suele afectar tus nervios, tu estado de ánimo o tu paciencia, haciendo que puedas irritarte más fácil de lo normal.
• Dificultad para concentrarte: no puedes enfocar tu atención en una sola labor pues los pensamientos invaden tu cabeza; también puede verse afectada tu memoria, así como tu desempeño en diferentes labores.