Rinitis alérgica: cuatro consejos para aliviar los molestos síntomas

La rinitis alérgica, también conocida como “fiebre del heno”, es un problema común definido por la biblioteca nacional de medicina de Estados Unidos Medline Plus como “un diagnóstico asociado con un conjunto de síntomas que afectan la nariz”.

Los síntomas de esta afección generalmente se intensifican durante la primavera, el verano y el otoño, ya que los árboles, malezas y pasto liberan pequeños granos de polen al ambiente que pueden terminar en la nariz y garganta, provocando un tipo de alergia.

Cifras oficiales de la Universidad de Antioquia indican que la rinitis crónica tiene una “prevalencia global estimada de 20 a 40 % (aproximadamente 500 millones de personas) y en la población infantil de 8 a 15 %, con cifras más altas en quienes tienen una historia familiar de enfermedades relacionadas con atopia”. 

De acuerdo con expertos de la Clínica Universidad de Navarra, la rinitis alérgica causa la inflamación de la mucosa nasal y genera síntomas típicos de un resfriado común como: picor nasal, estornudos, mucosidad y congestión nasal. En algunos casos se puede presentar conjuntivitis y en casos graves puede influir en el desarrollo de asma bronquial.

Causas más comunes 

Según Mayo Clinic, los signos y síntomas de la fiebre del heno pueden comenzar o empeorar en un momento particular del año (estacional) o producirse durante todo el año por desencadenantes como:

• El polen de los árboles, que es frecuente a principios de la primavera
• El polen del césped, que es frecuente a fines de la primavera y en verano
• El polen de la ambrosía, que es frecuente en otoño
• El polvo de los excrementos de los ácaros y las cucarachas, que está presente durante todo el año
• La caspa de las mascotas, que puede ser una molestia durante todo el año, pero puede causar síntomas peores durante el invierno, cuando las casas están cerradas
• Las esporas de los hongos y mohos del interior y el exterior, que pueden ser estacionales o estar durante todo el año

Consejos para aliviar los síntomas 

- Ajo: este ingrediente de cocina contiene un potente antihistamínico natural que ayuda a reducir la rinitis alérgica de forma significativa. Adicionalmente, contiene un compuesto de azufre que tiene efectos antibióticos y antiinflamatorios.

- Leche magnesia: seguramente ya conocías su efecto positivo para la mala digestión y el estreñimiento. Sin embargo, tiene otras aplicaciones como la disminución de los síntomas de la rinitis. Lo único que debes hacer es disolver una cucharada en medio vaso de agua y rociar un poco de la mezcla en cada fosa nasal.

- Té verde: esta bebida natural contiene propiedades muy beneficiosas para el organismo y ayuda a descongestionar la nariz. Solo debes preparar la infusión concentrada y beberla caliente dos veces al día.

- Infusión de jengibre: esta raíz natural tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar la congestión e irritación ocasionada por la rinitis. Agrega una cucharadita de jengibre rallado a un vaso de agua caliente, deja reposar y consume dos veces al día.