Ginefobia o miedo a las mujeres: De qué se trata y quiénes son los mayores afectados

La ginefobia o miedo a las mujeres es una fobia extraña que suele darse principalmente en los hombres, aunque se conocen casos en los que ha afectado también a otras mujeres, es un miedo irracional a cualquier persona del sexo femenino. Es importante mencionar que no debe confundirse esta patología con la misoginia, que es el odio hacia las mujeres.

Esta fobia puede causar estrés, ansiedad y profundo miedo hacia las mujeres, por lo general las fobias son trastornos de ansiedad que se caracterizan porque las personas intentan evitar lo que les produzca malestar. 

Existen diferentes tipos de fobias, que suelen englobarse en tres grupos: fobia social, agorafobia y fobia específica. El miedo a las mujeres pertenece a este último grupo, y puede impedir que el fóbico no tenga cualquier tipo de relación con las mujeres, incluso relaciones íntimas o familiares. 

Incluso una de las historias más conocidas a cerca de esta fobia es la de un hombre de 72 años, originario de Ruanda, que tomo una decisión extrema en su adolescencia: alejarse completamente de las mujeres y evitar cualquier cosa que tuviera que ver con ellas.

Callitxe Nzamwita ya lleva 56 años encerrado en su casa, asegura que sobre los 16 años decidió proteger su casa de las mujeres y crear una especie de trinchera para que ellas no pudieran entrar: “La razón por la que me encerré aquí dentro y tengo una cerca en mi casa es porque quiero asegurarme de que las mujeres no se acerquen a mí”, confesó en una entrevista con medios.

Nzamwita asegura que las mujeres le producen una gran sensación de miedo, que en ocasiones es incontrolable, aunque irónicamente, sus vecinas, son las que se aseguran que se alimente correctamente y tenga sus necesidades básicas.

Estar encerrado le asegura tener el menor contacto posible con cualquier mujer, por cuál nunca ha tenido relaciones sexuales y espera a que sus vecinas se retiren de la propiedad para tomar los alimentos. Expertos sugieren que esta es una condición psicológica real aunque esta no está oficialmente clasificada como un trastorno mental en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.