Autoridades advierten que la fiebre amarilla continúa siendo una amenaza: la deforestación y los cambios ambientales serian responsables
La fiebre amarilla continúa siendo una amenaza. Expertos advierten que la deforestación y las variaciones ambientales están impulsando su reaparición.
La fiebre amarilla continúa siendo una amenaza. Expertos advierten que la deforestación y las variaciones ambientales están impulsando su reaparición.
Por décadas, la fiebre amarilla ha representado un riesgo para la salud; sin embargo, hasta hace algún tiempo se consideraba una enfermedad casi erradicada en algunas regiones debido a las bajas cifras; no obstante, en los últimos meses se ha registrado un repunte de contagios que ha encendido las alarmas.
Hace poco, Jairo Méndez Rico, asesor regional para Enfermedades Virales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), reveló durante su conferencia en el XI Simposio Colombiano y VII Congreso Latinoamericano de Virología, que la fiebre amarilla es una amenaza reemergente en las Américas.
En medio de su intervención, el experto advirtió que el repunte de casos de contagio en las Américas estaría relacionado con los cambios ambientales y la creciente incursión humana en zonas selváticas. Méndez hizo un llamado a prestar mayor atención al tema y fortalecer los sistemas de vigilancia.
“Desde el componente ambiental, el clima ha facilitado que los vectores selváticos se adapten a nuevos nichos. Pero el factor humano es crucial: estamos entrando cada vez más en áreas selváticas por deforestación, construcción, agricultura, deportes o turismo ecológico", explicó.
El asesor expuso que el ingreso a zonas selváticas desconocidas representa una amenaza para el ser humano, ya que lo expone a una infección que puede ser letal. En ese sentido, recomendó tener precaución.
Jairo Méndez indicó que la vacunación es clave para prevenir el contagio; sin embargo, existen algunos factores limitantes como la falta de dosis y el desconocimiento. “En muchos casos, la gente no cree en las vacunas o desconoce la importancia de vacunarse cuando vive o ingresa a un área de riesgo", puntualizó.
El experto planteó un escenario posible que podría ser catastrófico. Según sus declaraciones, la adaptación del virus a vectores urbanos podría desatar un problema de salud pública mayor. “Si el virus llegara a readaptarse a mosquitos urbanos y causar fiebre amarilla urbana, sería un escenario de gran riesgo", destacó.
Para evitar esta situación, el asesor propuso una vigilancia epidemiológica y de laboratorio robusta, junto con un compromiso político firme y planes de detección y respuesta temprana. También destacó la importancia de la comunicación efectiva.
"Necesitamos comunicadores, líderes comunitarios y antropólogos para llegar realmente a las comunidades y hablar su lenguaje... Sin una comunicación efectiva es muy difícil lograr que las comunidades entiendan el riesgo y colaboren en la detección temprana", concluyó.