Por: Santiago Garay • Colombia.com

La lactancia materna prolongada reduce la posibilidad de obesidad en los adultos

El estudio realizado en ratones comprobó los beneficios de la lactancia prolongada en la edad adulta.

Beneficios de la lactancia materna en adultos. Foto: Freepik
Beneficios de la lactancia materna en adultos. Foto: Freepik

El estudio realizado en ratones comprobó los beneficios de la lactancia prolongada en la edad adulta.

Un reciente estudio publicado en la revista científica ‘Nature Metabolism’ dio a conocer el resultado de un estudio realizado en ratones que logro comprobar que la lactancia materna prolongada reduce la posibilidad de obesidad en la adultez de los animales, por el momento aún no se tienen estudio que garantice si tiene en el mismo resultado en humanos.

El experimento fue ejecutado por el equipo de investigadores del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular e Enfermidades Crónicas da USC (CiMUS) y el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS).

El trabajo dirigido por Luisa María Seoane, logro explicar el fenómeno por la liberación de una proteína conocida como factor de crecimiento fibroblastos 21 (FGF21) desde el hígado, que puede llegar al hipotálamo, la región del cerebro que desempeña un papel clave en el control del consumo y la utilización de energía en el organismo.

“Estamos muy satisfechos porque, por primera vez, hemos descrito el mecanismo mediante el cual la lactancia protege frente al desarrollo de obesidad con efectos a largo plazo en la edad adulta”, dijeron los expertos.

El proceso de creación de grasa parda, es favorable para el cuerpo, es una grasa que quema calorías, que se traduce en un mayor gasto energético y aunque el estudio de los beneficios de la lactancia en la descendencia es un caso de investigación ya realizado con anticipación, es la primera vez que se evalúa el impacto de este proceso en la edad adulta.

“Nuestro trabajo describe por primera vez la existencia de un mecanismo alterado por la lactancia materna con efectos permanentes hasta la edad adulta y que involucra tanto a órganos periféricos, como el hígado o tejido adiposo y al cerebro”, enfatizó la investigadora principal del CIBEROBN.

El instituto de investigación Mayo Clinic, recomienda a las madres mejorar sus hábitos alimenticios con el objetivo de mejorar la calidad de la leche materna, por lo cual se recomienda el consumo de alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, huevos, lácteos, frijoles, lentejas y mariscos con bajo contenido de mercurio y además incluir en su dieta una variedad de cereales integrales, así como frutas y verduras.

“Comer alimentos variados mientras amamantas cambiará el sabor de la leche materna. Esto expondrá al bebé a distintos sabores, que pueden ayudarle a aceptar alimentos sólidos con mayor facilidad más adelante”, confirman expertos de Mayo Clinic.