Osteoporosis: signos de la enfermedad y cómo prevenirla

La osteoporosis es definida por la Fundación Española de Reumatología (FER), como “una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución desmedida de la densidad de masa ósea”. 

Ante esta enfermedad, los huesos se vuelven más porosos; es decir que, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. Además se vuelven más frágiles, resisten peor los golpes, quebrándose con mayor facilidad.

Las causas de esta enfermedad suelen ser muy variadas, la principal es una alteración agresiva en los cambios metabólicos que se producen en el interior del hueso a lo largo de la vida en los que se alternan fases de destrucción y formación de hueso.

“En condiciones normales, una persona alcanza a los 30-35 años una cantidad máxima de masa ósea (“pico de masa ósea”). A partir de ese momento, existe una pérdida natural de masa ósea”, indica el portal citado. 

Cabe destacar que las mujeres son el tipo de población que más sufre de esta enfermedad debido a que su pico de masa ósea suele ser inferior al de los hombres y con la menopausia se acelera la pérdida de hueso.

Síntomas y signos de alarma

Generalmente esta enfermedad aparece de forma silenciosa y no se manifiesta hasta que la pérdida de hueso es tan importante que hace que aparezcan fracturas. Sin embargo, según expertos de la Clínica Mayo, una persona con osteoporosis podría presentar cuatro signos de alarma principalmente:

• Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada
• Pérdida de estatura con el tiempo
• Una postura encorvada
• Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado

Algunos de los factores de riesgo de la osteoporosis son: el sexo, pues como lo mencionamos anteriormente las mujeres son más propensas a padecerla; la edad, ya que en la mayoría de casos aparece después de los 50 años; algunos antecedentes familiares, el tamaño del cuerpo, el estilo de vida y algunos tratamientos médicos.

Prevención

Los expertos indican que la mejor forma para prevenir la enfermedad es llevar una buena alimentación rica en calcio. “Los hombres y mujeres que tienen entre 18 y 50 años necesitan 1000 miligramos de calcio al día. Esta cantidad diaria aumenta a 1200 miligramos cuando las mujeres cumplen los 50 años y los hombres, los 70”, explican. 

Algunos de los alimentos que representan una buena fuente de calcio son: los productos lácteos bajos en grasa, los vegetales de hoja verde oscuro, el salmón enlatado o sardinas con espinas, los productos de soja, como el tofu, los cereales fortificados con calcio y el jugo de naranja.