Frank Fabra y su bonito gesto con un joven hincha brasileño en Río de Janeiro

La final de la Copa Libertadores de América entre Fluminense de Brasil y Boca Juniors de Argentina en el mítico Maracaná ha tenido los ingredientes de un verdadero acontecimiento de importancia transnacional, pues una auténtica marea humana de hinchas xeneixes se trasladaron hasta Río de Janeiro para acompañar a su equipo, y por la cantidad de aficionados argentinos, son los del Flu quienes parecen los visitantes.

Frank Fabra, el defensa colombiano de Boca Juniors, uno de los más experimentados del conjunto que dirige Sergio Almirón y también uno de sus principales referentes, es uno de los más queridos por la hinchada local, pero también despierta inquietud y admiración en los rivales, y así sucedió durante los días previos a la gran final.

Aunque los más buscados por los aficionados por autógrafos o camisetas son el uruguayo Édinson Cavani, Darío Benedetto o el arquero Sergio ´chiquito´ Romero, el antioqueño nacido en Nechí, Frank Yusti Fabra Palacios, de 32 años, también tiene quién pregunte por él.

Un acto de humildad y sencillez

En medio de los estrictos protocolos de seguridad alrededor del hotel en el que el equipo argentino se hospedaba en Río de Janeiro, el colombiano Frank Fabra realizó una acción que ha sido reconocida porque refleja la sencillez y humildad del colombiano.

Jonathan es un joven brasileño de 17 años que tiene en el colombiano a uno de sus ídolos futbolísticos y cuando supo en cuál hotel se hospedaría el Boca Juniors argentino, decidió dirigirse hasta allá y durante horas esperar con la ilusión de que en algún momento apareciera su ídolo y verlo así fuera desde varios metros de distancia.

En una salida del equipo más popular de Argentina y ganador de la Copa Libertadores de América en 6 oportunidades, El joven Jonathan vio a su ídolo y aprovechó para manifestarle su admiración, pero no esperaba con que el colombiano lo escuchara, sino que además interrumpiera su ingreso al autobús para ir hasta el mismo lugar en el que se encontraba apostado el hincha brasileño.

Fabra fue hasta el lugar en el que se encontraba Jonathan y rompiendo los esquemas de seguridad, se saludaron de mano, pero rápidamente se abrazaron en una manifestación de cariño mutuo, el defensa colombiano le dijo al chico que lo esperara tan solo un momento, y luego de unos minutos, nuevamente se dirigió hasta el brasileño con su camiseta, la número 18 con su apellido en la espalda.

El joven rompió en llanto por la emoción y su ídolo lo abrazó y se tomó fotos con él, luego tuvo que partir para un entrenamiento y Jonathan se quedó con más de lo que esperaba encontrar: un abrazo de su ídolo, fotos con él, y lo mejor, su camiseta.

Varios aplaudieron la acción del colombiano, quien mostró su lado humilde, contrario a otros jugadores de fútbol que parecen herméticos y con escaso contacto con el público al que se deben.