Calentar alimentos en microondas: Tapa o sin tapa, ¿cuál es la mejor opción?

En pro de economizar algo de dinero y cuidar nuestra alimentación preparando los alimentos desde el hogar, es común que si se trabaja o estudia presencialmente, las personas empacan sus almuerzos y demás alimentos para calentar durante el día y cuidar los horarios de su alimentación.

 

El horno microondas es el mejor aliado para estos momentos, pues es la manera más rápida y accesible de calentar los alimentos, pero cuál será la mejor manera de hacerlo. Hemos visto que algunas personas quitan la tapa de los recipientes al introducirlos en el microondas, mientras que otros lo hacen con la tapa puesta.

 

Ambas maneras están bien, solo se debe tener presente qué alimentos o elementos hay dentro del recipiente para evitar incidentes como una explosión mínima donde la tapa salte por la presión o el calor, por ende, aquí te detallamos algunas recomendaciones:

 

 

Si optas por esta opción, procura que tu recipiente sea apto para calentar en microondas y una tapa adecuada, incluso hay quienes optan por retirar la tapa, pero poner un plato de cerámica que se adecúe, sobre el alimento.

 

La tapa ayuda que los alimentos no pierdan la humedad y evitan las salpicaduras al interior del electrodoméstico y se puede tener una mejor cocción, incluso algunas tapas tiene agujeros que permiten que el vapor salga para evitar alguna expulsión fuerte al destapar el recipiente.

 

Algunos alimentos se pueden calentar sin tapa para que el vapor salga y se evite la humedad, pues la mayoría de alimentos se pueden calentar libremente desde el recipiente o platos aptos para microondas.

 

La manera de calentar la comida correctamente varía según el tipo de alimento, sin embargo, todo va en la preferencia de cada persona, pero si deseas saber qué está mejor, algunas personas coinciden en que se debe mantener tapada y calentar durante 1 a 2 minutos y si es necesario unos 30 segundos más.

 

Cada microondas cambia según su marca y potencia, pero normalmente una comida podría calentarse adecuadamente de 2 a 4 minutos en intervalos cortos para evitar que se recaliente.