Donald Trump terminó de enloquecerse: ahora dijo que le gustaría ser el próximo Papa

El pasado 21 de abril, el mundo recibió con suma tristeza la muerte del papa Francisco. El pontífice, de 88 años, murió víctima de algunas complicaciones de salud que afectaron su respiración durante sus últimas semanas de vida. Así, el 26 de abril, en medio de una gran multitud, entre la que estuvo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el Papa fue despedido y enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en el Vaticano.

¿Qué dijo Donald Trump sobre el nuevo Papa?

Ya con Francisco en su lecho eterno, es momento de que la Iglesia Católica escoja a un nuevo pontífice; y ya hay fecha estipulada para el inicio del Cónclave que elegirá a su sucesor: el próximo 7 de mayo.

Por supuesto, un Cónclave no es algo que ocurra todos los años, por lo que se ha convertido en uno de los temas más sonados en los últimos días en el mundo. Varios personajes famosos están hablando del tema, incluyendo Donald Trump. El primer mandatario de los estadounidenses fue consultado por algunos periodistas sobre si tiene o no un favorito para ser el nuevo Santo Padre de la Iglesia Católica, y su respuesta generó risas (y algunos rechazos) entre los presentes.

“Me gustaría ser papa (…) Esa sería mi primera opción”, dijo entre risas el presidente. Acto seguido, dejó claro que es una broma, y que aunque no tiene una preferencia clara de cara al nuevo Cónclave, sí se animó a echarse al agua con un nombre.

“Debo decir que tenemos un cardenal (Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York desde 2009) que, casualmente, es de Nueva York y es muy bueno. Bueno, veremos qué pasa”, añadió.

Cabe recordar que no es la primera vez que Dolan, quien fue nombrado arzobispo de Nueva York por el papa Benedicto XVI en 2009, hace parte de un Cónclave. De hecho, ya fue candidato a papa, al participar en la votación secreta que eligió a Jorge Bergoglio (después Francisco) como máximo representante del catolicismo en el mundo, en 2013.

Otra de las fichas a los que Trump le ha puesto sus ‘moneditas’ es el cardenal Raymond Leo Burke, quien siempre se mostró crítico al papado de Francisco y que comparte con el presidente de los estadounidenses una ideología conservadora para la Iglesia Católica.