Fugas en los gasoductos de Nord Stream: Rusia acusa de terrorismo internacional a los responsables
El Kremlin calificó hoy de "tontas y absurdas" las acusaciones europeas.
El Kremlin calificó hoy de "tontas y absurdas" las acusaciones europeas.
El pasado 27 de septiembre, la Dirección General de Energía de Dinamarca declaró la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico tras detectarse fugas en los gasoductos rusos de Nord Stream 1y 2 que invaden el mar Báltico desde la costa rusa a la alemana.
Por lo anterior, en la mañana de este miércoles, Rusia abrió un caso penal por terrorismo internacional debido a las fugas detectadas. De acuerdo con la Fiscalía rusa, denuncia que "no más tarde del 26 de septiembre, en las inmediaciones de la isla de Bornholm, se cometieron acciones intencionadas encaminadas a dañar los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2".
"Como resultado de dichas acciones, la Federación Rusa ha sufrido un considerable perjuicio económico", subraya. Dichos actos se corresponden con el artículo 361 del código penal ruso (acto de terrorismo internacional), según una nota oficial.
"Una investigación preliminar ya ha comenzado", añade. Las averiguaciones sobre las tres fugas, que ocurrieron en aguas internacionales -dos en la zona económica exclusiva danesa y uno en la sueca-, correrán a cargo del departamento de investigación del Servicio Federal de Seguridad (FSB).
Por ese motivo, Rusia solicitó hoy una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, que se celebrará este viernes, según informaron a la agencia EFE fuentes diplomáticas en Naciones Unidas. La operadora del gasoducto Nord Stream indicó hoy que todo sugiere que se han producido "daños físicos" en la infraestructura energética, y aseguró que ha comenzado a movilizar todos los recursos necesarios para estudiar las causas del incidente.
Suecia, Dinamarca, Alemania, la Unión Europea (UE) y la OTAN afirman que las fugas son causa de un "acto intencionado" y de un "sabotaje".
Por su parte, el Kremlin calificó hoy de "tontas y absurdas" las acusaciones europeas de que Rusia podría estar detrás de los daños detectados en los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
El primer Nord Stream, con una capacidad de bombeo de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, está detenido tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba en funcionamiento.
De otro modo, el Nord Stream 2 nunca llegó a operar debido al bloqueo por parte de Berlín de la infraestructura, incluso antes del inicio en febrero de la campaña militar rusa en Ucrania. No obstante, ambos gasoductos están llenos de gas y deben, por tanto, mantener una presión estable.