Hombre falleció en un supermercado y 'taparon' su cuerpo para seguir vendiendo

Conmoción ha generado un reprochable hecho que se presentó en un local de la cadena de supermercados Carrefour, en el barrio de Torre, ciudad brasileña de Recife. Varios clientes del lugar denunciaron que luego de que un promotor de ventas, identificado preliminarmente como Moisés Santos, falleció a causa de un infarto, varios empleados taparon el cuerpo con varias sombrillas y cajas para seguir trabajando como si nada.

Los clientes tomaron fotos del reprochable hecho y criticaron duramente que no se hubiera cerrado el lugar donde permaneció el cuerpo del hombre durante cerca de 3 horas que fue lo que demoró la llegada de las autoridades encargadas del levantamiento.

Moisés Santos, quien tenía 53 años, no trabajaba directamente con el supermercado, era un promotor de ventas que además se encargaba de ordenar algunos productos en las góndolas del supermercado. 

La cadena de supermercados Carrefour emitió un comunicado en el que lamentó lo sucedido y pidió disculpas especialmente a los familiares del hombre que fue cubierto con sombrillas y cajas de cerveza para continuar con la jornada de trabajo. El supermercado también reconoció que cometió un error en cuanto a la forma en la que cubrió el cuerpo, agregando que no encontró la forma ‘correcta’ para hacerlo mientras llegaban al lugar las respectivas autoridades.

"Carrefour pide disculpas en relación a la forma inadecuada en que trató el triste e inesperado fallecimiento del señor Moisés Santos, víctima de un ataque cardíaco, en la tienda de Recife (Pernambuco). La empresa se equivocó al no cerrar la tienda inmediatamente después del hecho, a la espera del servicio funerario", dice un aparte de la misiva. 

En el comunicado también se señala que no quisieron mover ni retirar el cuerpo del lugar teniendo en cuenta las recomendaciones y los protocolos establecidos para una emergencia de este calibre.

El hombre perdió la vida en el lugar tras sufrir de un infarto. A pesar de los esfuerzos médicos realizados momentos después del ataque cardiaco, no fue posible salvarle la vida. En el comunicado se señala que se siguieron todos los protocolos.

La indignación de las personas, más allá de si se movía el cuerpo o no, está en el hecho de que el supermercado no cerrara sus puertas mientras el cuerpo permanecía en el lugar y siguiera funcionando con normalidad para el servicio de ventas.

Los hechos habrían tenido lugar el pasado viernes de agosto, sin embargo, las confirmaciones de lo sucedido por parte del supermercado no se conocieron sino hasta ahora.