La Federación Rusa bombardea el Dombás y luego entrega ayuda para que sus habitantes no los odien

En medio de la cruenta invasión que la Federación de Rusia lleva a cabo en Ucrania se ha presentado en los últimos días un hecho muy curioso: las fuerzas rusas han entregado ayuda humanitaria en ciertas zonas del país.

Algunos hablan de una especie de política de zanahoria y garrote, pero según analistas, esta es una estrategia para hacer que los habitantes de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, y además un importante centro industrial, educativo y cultural, no odien a los rusos cuando estos se apoderen totalmente del territorio y lo anexionen al suyo.

Járkov es un lugar estratégico, allí tienen sede las más importantes fábricas aeroespaciales y también de tanques, turbinas y de electrónica nuclear, una región que los rusos quieren apoderarse a como de lugar y sin importar lo que el mundo opine.

En la ciudad de Járkov, la mayoría de la población es de origen ruso, y se encuentra a solo 30 kilómetros de la frontera, en ella existe un importante sentimiento a favor de la Federación de Rusia y existen quienes se sienten más rusos que ucranianos, además, parte de la población se manifiesta de acuerdo con que sean anexionados a la nación que preside Vladimir Putin.

El líder ruso quiere apropiarse a toda costa de la zona del Dombás, la zona más densamente poblada de Ucrania después de la capital, Kiev, y también una región con un sentimiento prorruso bastante grande. El Dombás fue el escenario de una guerra en el año 2014 entre las milicias de las proclamadas Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

Un hospital en Mariúpol fue bombardeado el miércoles y esta ciudad también compone la zona del Dombás, una región que a través de un referéndum logró refrendar su independencia, sin embargo, los rusos han denunciado desde entonces el genocidio de las Repúblicas independientes a manos del Gobierno de Ucrania, una de las excusas que los llevó a invadir la nación el 24 de febrero.

Rusia no reconoció formalmente las Repúblicas independientes, y los analistas consideran que esto se debe al interés que siempre ha tenido para hacerse con estas extensiones geográficas, los rusos no piensan ceder frente a la dominación del Dombás y afirman que no piensan incluir su salida de los territorios ocupados en posibles negociaciones.

Rusia cuenta con una crisis demográfica, pues solo cuenta con 146 millones de habitantes para un vasto territorio de 17 millones de kilómetros cuadrados, por eso necesita gente y mano de obre, preferiblemente joven y de raíces rusas o de exrepúblicas soviéticas.