Rusia afirma que sus tropas en Ucrania apenas han usado una ínfima parte de su poderío

La ‘operación militar especial’ de la Federación de Rusia en Ucrania, como llaman las autoridades del gobierno de Vladimir Putin a la invasión que su país ha hecho al de Europa del este desde el 24 de febrero, no ‘ha comenzado en serio’, señalan desde el Kremlin, sede del Gobierno.

Vladimir Putin anunció hace el jueves que su país cuenta con un enorme e inimaginable poderío militar y que “aún no hemos comenzado nada en serio”.

El portavoz del Gobierno, Dmitriv Peskov pide interpretar las palabras de Vladimir Putin como que su nación apenas ha hecho uso de un ínfimo poder militar en Ucrania y advirtió a los países que deseen enfrentarla que sus intentos serán en vano y conducirán solo al fracaso.

“Putin no ha hecho más que las capacidades son absolutamente incomparables, y la de Rusia en este sentido es tan enorme que solo se está utilizando una parte insignificante en la operación militar especial”, apuntó Dmiriv Peskov.

Sergei Lavrov, canciller de la Federación rusa había declarado hace unos meses que podría existir una guerra nuclear, aunquen desde su país se abogaba para que así no fuera.

La ‘operación militar especial’ de Rusia en Ucrania se inició el 24 de febrero y fue justificada por Vladimir Putin como una intervención que tenía por objeto proteger a los ciudadanos de la región del Donbás del genocidio llevado a cabo por el gobierno central de Kiev.

La región del Donbás está compuesta por las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por la Federación de Rusia, en estos estados soberanos, como los llaman desde el Kremlin, existe una población prorrusa y en su mayoría con este origen, tan arraigado que hasta su misma lengua hablan.

Vladimir Putin ha insistido en que el gobierno ucraniano ha perseguido con dureza a esta población desde 2014, año en el que decidieron protestar contra el gobierno central y exigir su independencia, lo que motivó una fuerte represión del gobierno motivando la intervención de tropas rusas.

Desde el Kremlin se asegura que grupos neonazis son los encargados de realizar ataques en contra de la población del Donbás en medio de un odio que parece no tener fin entre los nacionalistas ucranianos que rechazan a Rusia, su lengua y su cultura.

Putin y sus autoridades han considerado a Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, como un neonazi, y al no poder lograr tomarse Kiev, ha dado un viraje a su estrategia militar y se ha concentrado en la dominación de la región del Donbás, logrando notables avances y contando con la aprobación de sus mismos habitantes, quienes desean mantenerse soberanos, e incluso, gustarían de una anexión a la Federación de Rusia.