Por: Efe • Colombia.com

Acuerdo con las FARC abrió paso a la protesta social pacífica, según Óscar Naranjo

Para Óscar Naranjo, el estallido social no podría ser ajeno en Latinoamérica.

Policía retirado y exvicepresidente. Foto: Instagram @gr_naranjo.
Policía retirado y exvicepresidente. Foto: Instagram @gr_naranjo.

Para Óscar Naranjo, el estallido social no podría ser ajeno en Latinoamérica.

El aumento del conflicto social en Colombia era previsible tras la firma del acuerdo de paz con las FARC, asegura el general retirado de la Policía y exvicepresidente Óscar Naranjo, quien considera que ese instrumento abrió posibilidades de diálogo con quienes reclaman inclusión.

"Superado ese conflicto armado era previsible que la conflictividad social creciera. Ya no se expresaría por vía de las armas", afirma en una entrevista con Efe Naranjo, elegido en 2010 el "mejor policía del mundo" y quien acaba de publicar "Se creían intocables", libro en el que narra las operaciones para atrapar a los jefes de 10 de las más peligrosas organizaciones criminales del país.

En la entrevista virtual subraya que en el acuerdo de paz "quedaron consignados mecanismos e instrumentos que deben implementarse para abrir canales de comunicación para transformar la protesta social, esa que se hacía armada, en una protesta social pacífica".

Naranjo, que también fue miembro del equipo negociador del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC y vicepresidente de Colombia entre 2017 y 2018, considera que sin conflicto armado las autoridades deben enfrentar la protesta de "manera diferencial".

Las manifestaciones contra la política social y económica del Gobierno colombiano, que comenzaron el pasado 28 de abril y durante más de 50 días sacudieron al país, volverán este 20 de julio con motivo del Día de la Independencia, según convocatorias de sindicatos.

Grito de inclusión

Naranjo conecta lo que sucede en Colombia con las protestas de hace once años de la "primavera árabe" y señala que esos estallidos sociales se regaron por el mundo y "finalmente Latinoamérica no podía ser ajena a esa indignación global de ciudadanía que está reclamando que la política y las instituciones respondan con mayor efectividad a sus demandas".

"En el caso colombiano esa indignación ciudadana se ha visto multiplicada por las consecuencias de la pandemia que ha empobrecido al país, por efectos de los confinamientos, por el efecto del aislamiento y por un acumulado que tiene que ver mucho con la exclusión", sostiene.

Y añade: "Diría que hoy este llamado estallido social colombiano es un grito de inclusión, más que otra cosa, para que el Gobierno, las instituciones y la sociedad escuchen y dialoguen, especialmente con los jóvenes que se sienten excluidos de los circuitos políticos, económicos, educativos, empresariales, y en general manifiestan esa rabia en las calles".