Italia: quién es Verónica Panarello, la mujer que mató a su hijo tras ser descubierta infiel

La mujer, al verse sorprendida siendo infiel con su suegro, decidió acabar con la vida de su hijo en Italia. Estos son los detalles del caso.

Por: Christopher Ramírez • Colombia.com
La mujer fue condenada a 30 años de prisión. Foto: Twitter
La mujer fue condenada a 30 años de prisión. Foto: Twitter

La mujer, al verse sorprendida siendo infiel con su suegro, decidió acabar con la vida de su hijo en Italia. Estos son los detalles del caso.

El 29 de noviembre de 2014, Italia quedó sacudida por un crimen que estremeció a la opinión pública: la desaparición y posterior asesinato de Lorys Stival, un niño de apenas 8 años, en la localidad de Santa Croce Camerina, Sicilia. Su madre, Verónica Panarello, fue señalada como la responsable y años después condenada a 30 años de prisión.

Ese día, la mujer acudió a la comisaría para denunciar que su hijo no había llegado al colegio. Sin embargo, las cámaras de seguridad del centro educativo demostraron que el niño nunca entró a clases y que tampoco se vio a Panarello en el lugar. Horas más tarde, el cuerpo del menor apareció en un canal conocido como Mulino Vecchio, con signos de violencia y la causa de muerte confirmada por asfixia por estrangulamiento.

Las contradicciones en las declaraciones de la mujer encendieron las alarmas de los investigadores. Primero dijo que había dejado a su hijo en la ruta y que este se había quitado la vida con un cable. Más tarde confesó que había trasladado el cuerpo y lo abandonó en el lugar donde fue hallado. Ninguna versión coincidía con las pruebas.

Así fue como Verónica mató a su hijo en Italia

Con el avance de la investigación, Panarello reveló el secreto que marcó el rumbo del caso: mantenía una relación extramarital con su suegro, Andrea Stival. Según su propio testimonio, el romance quedó al descubierto cuando el niño los sorprendió teniendo relaciones sexuales en la cocina de la casa.

Tras ser descubierto, Lorys corrió a su habitación, momento que se convirtió en el detonante del crimen. La mujer lo estranguló y luego ocultó el cadáver.

La justicia italiana consideró a Panarello culpable de homicidio y ocultamiento de cadáver. En octubre de 2016, un tribunal de Ragusa la condenó a 30 años de prisión y al pago de indemnizaciones a su esposo y a sus suegros. La sentencia fue confirmada en apelación y ratificada por la Corte de Casación, dejando firme la condena.

Aunque la mujer intentó responsabilizar a su suegro, las acusaciones fueron rechazadas por falta de pruebas. Incluso, fue procesada por calumnia debido a los señalamientos contra él.

El caso tuvo amplia repercusión mediática en Italia y en otros países debido a su crudeza, a las versiones cambiantes de la acusada y a los vínculos familiares que rodeaban la tragedia. El crimen de Lorys Stival pasó a la memoria colectiva como uno de los episodios más oscuros de la crónica judicial italiana, marcado por la figura de una mujer que, tras ser descubierta infiel por su propio hijo, terminó arrebatándole la vida.