Colombia recuerda un año después el inicio del estallido social

Este jueves se cumple un año del estallido social, cuando miles de colombianos salieron a las calles pidiendo la derogación de la polémica reforma tributaria que planteaba el exministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, situación que le costó el cargo a ese funcionario. 

Pese a que se cayó la iniciativa que quería radicar el gobierno, principal motivo del paro nacional de 2021, muchos otros motivos como la desigualdad y el aumento en la pobreza derivados de la pandemia de la COVID-19 obligaron a que las protestas sociales se extendieran durante semanas. 

Según el Ministerio de Defensa, desde el 28 de abril se presentaron más de 14.000 concentraciones, marchas y bloqueos, actividades en las que fallecieron 83 personas, de las cuales 44 habrían sido por presunta acción desproporcionada de la Fuerza Pública.

De igual manera, las manifestaciones sociales dejaron 96 víctimas de violencia ocular y 35 de violencia sexual presuntamente por parte de agentes de Estado. Algunos de estos casos están siendo investigados por parte la Procuraduría, la Defensoría, la Fiscalía y demás entidades. 

A pesar de persisten las problemáticas que llevaron a los colombianos a salir a las calles, un año después del inicio del estallido social las movilizaciones están casi congeladas. No obstante, este jueves se adelanta una nueva jornada de protestas en diferentes puntos del país como Cali y Bogotá.

Temas pendientes por resolver   

Hasta el momento se han logrado avances en temas como la vacunación contra la COVID-19, teniendo en cuenta que más del 68% de la población cuenta con el esquema completo, así como la gratuidad en la educación superior para estratos 1, 2 y 3. Sin embargo, aún están vigentes varios flagelos que ocasionaron el estallido social en Colombia. 

El primero de ellos es la implementación de los Acuerdo de Paz, pues la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) informó que el 2021 ha sido el año más violento desde la firma que puso punto y final al conflicto armado con las extintas Farc. 

De hecho, la Defensoría del Pueblo informó que, durante el primer trimestre de este año, han sido asesinados 52 líderes sociales y defensores de Derechos Humanos en el país. Los departamentos más afectados han sido Cauca con 8 asesinatos, seguido por Putumayo, con 7; y Nariño, Norte de Santander y Arauca, con cuatro homicidios respectivamente.

Otro punto a resolver es la pobreza monetaria en Colombia. De acuerdo con el DANE, este indicador disminuyó 3,2 puntos porcentuales en 2021, sin embargo, se ubica en el 39,3%. Ciudades como Quibdó (64,8 %), Riohacha (57,1%), Santa Marta (55,1 %) y Valledupar (53,35), tienen a más del 50 % de su población bajo esta situación. 

Además, el 31 % de la población nacional se considera vulnerable, y solo el 27,8% pertenece a la clase media y el 1,8 % a la clase alta, mostrando así una brecha de desigualdad enorme entre los estratos sociales.

Una tercera problemática son las inquietudes de los jóvenes ante la falta de oportunidades y empleo en Colombia. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el segundo trimestre de 2021 la tasa de ocupación de los jóvenes fue de 42,3 % y la tasa del desempleo fue de 23,1 %.

Asimismo, el más reciente informe del DANE indica que las ciudades con las mayores tasas de desempleo fueron Quibdó con un 23,1%, Tunja (17,5%) y Valledupar (16,7%). En contraste, las que tienen menor desocupación fueron Armenia (8,8%), Bucaramanga (9,6%) y Villavicencio (10,9%).

Así las cosas, el nuevo gobierno que se posicionará el próximo 7 de agosto y sucederá al presidente Iván Duque recibirá un país que busca recuperar lo perdido por los efectos de la pandemia y deberá atender, entre otras cosas, las necesidades de los colombianos.