Cuñado de Adriana Pinzón acepta su responsabilidad en el crimen y pagará 28 años de cárcel

Una condena de 28 años de prisión y una multa de 779 salarios mínimos mensuales vigentes deberá pagar Jhonatan Torres Campos por la desaparición y el asesinato de su cuñada, la psicóloga Adriana Pinzón Castellanos, perpetrado el pasado 7 de junio. 

Torres Campos llegó a un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, por lo cual confesó voluntariamente su responsabilidad en el crimen. El juez también le dio una inhabilidad para ejercer funciones o derechos públicos durante 18 años, por los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada. La sentencia será leída el próximo 30 de agosto. 

El acusado pidió perdón a las víctimas del hecho en un acto privado, explicó las razones por las que cometió el homicidio e indicó que no tuvo cómplices en el crímen. “Me arrepiento mucho del acto que cometí (...) haré lo posible por poder ayudar, como siempre he estado ayudando, a la Fiscalía en esclarecer los hechos”, dijo. 

De igual manera, Torres afirmó que él perpetró el asesinato en un momento de “calor”. “Me acaloré y perdí el control de mí mismo. Lo lamento mucho. No fue nada económico, sino pasional”, confesó.

“No soy perfecto, como cualquier ser humano. Lo lamento mucho. Pero también pido por mi seguridad y por mi bien y que me sea respetado esto. Claro que soy consciente del acto que cometí, que pido perdón”, concluyó en su declaración. 

Sin embargo, el ente acusador recordó que esta no fue la primera versión que entregó a las autoridades. “Nótese cómo en esta oportunidad se contradice frente a su versión inicial, destacándose que dio una versión a los familiares y otra a las autoridades, lo que denota el afán que tenía el mencionado de ocultar el paradero de la víctima y ocultar información sobre esta”, indicó en la audiencia de este jueves. 

Cabe recordar que la Fiscalía estuvo a cargo del caso desde que se reportó el desaparecimiento de Pinzón. Las investigadores comenzaron a analizar los videos de las cámaras de seguridad del conjunto residencial donde vivía la psicóloga, en Zipaquirá. 

Allí se evidenció que Torres Campos, capturado el 15 de junio y ahora condenado, llegó a la edificación e ingresó al apartamento de la víctima, de donde salió dos veces con el carro de su cuñado. En la primera oportunidad, se retiró del inmueble con un morral negro y en la segunda vez, con bolsas plásticas que dejó en el baúl del vehículo. 

Después, los peritos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) encontraron restos de sangre en una habitación y en otros puntos del apartamento. Además, un conocido de Torres le dijo a las autoridades que el señalado le había dado a guardar un maletín que tenía cuchillos con sangre, fotografías y documentos de Adriana Pinzón. 

Ante este material probatorio, la Fiscalía pidió la captura del hombre y le imputó los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada que, en un principio, no aceptó. De todos modos, recibió medida de aseguramiento en un centro carcelario.

Finalmente, el pasado 23 de junio, fue hallado el cuerpo de Adriana Pinzón en la vereda Río Frío de Zipaquirá. El cadáver de la joven estaba en una zanja a un costado de una vía, oculto en cuatro bolsas plásticas industriales.